domingo 19 2014

LO DEL CÉSAR DEVOLVÉDSELO AL CÉSAR, Y LO DE DIOS A DIOS

Día litúrgico: Domingo XXIX (A) del tiempo ordinario




Texto del Evangelio (Mt 22,15-21):
En aquel tiempo, los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?». Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo». Ellos le presentaron un denario. Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?». Dícenle: «Del César». Entonces les dice: «Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios».

Comentario: P. Antoni POU OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)


  Lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios
 

Hoy, se nos presenta para nuestra consideración una "famosa" afirmación de Jesucristo: «Lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios» (Mt 22,21).

No entenderíamos bien esta frase sin tener en cuenta el contexto en el que Jesús la pronuncia: «los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra» (Mt 22,15), y Jesús advirtió su malicia (cf. v. 18). Así, pues, la respuesta de Jesús está calculada. Al escucharla, los fariseos quedaron sorprendidos, no se la esperaban. Si claramente hubiese ido en contra del César, le habrían podido denunciar; si hubiese ido claramente a favor de pagar el tributo al César, habrían marchado satisfechos de su astucia. Pero Jesucristo, sin hablar en contra del César, lo ha relativizado: hay que dar a Dios lo que es de Dios, y Dios es Señor incluso de los poderes de este mundo.

El César, como todo gobernante, no puede ejercer un poder arbitrario, porque su poder le es dado en "prenda" o garantía; como los siervos de la parábola de los talentos, que han de responder ante el Señor por el uso de los talentos. En el Evangelio de san Juan, Jesús dice a Pilatos: «No tendrías contra mí ningún poder, si no se te hubiera dado de arriba» (Jn 19,10). Jesús no quiere presentarse como un agitador político. Sencillamente, pone las cosas en su lugar.

La interpretación que se ha hecho a veces de Mt 22,21 es que la Iglesia no debería "inmiscuirse en política", sino solamente ocuparse del culto. Pero esta interpretación es totalmente falsa, porque ocuparse de Dios no es sólo ocuparse del culto, sino preocuparse por la justicia, y por los hombres, que son los hijos de Dios. Pretender que la Iglesia permanezca en las sacristías, que se haga la sorda, la ciega y la muda ante los problemas morales y humanos de nuestro tiempo, es quitar a Dios lo que es de Dios. «La tolerancia que sólo admite a Dios como opinión privada, pero que le niega el dominio público (…) no es tolerancia, sino hipocresía» (Benedicto XVI).


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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
CAPÍTULO 22

 
La parábola del banquete nupcial
Lucas 14, 15-24

22:1 Jesús les habló otra vez en parábolas, diciendo:
22:2 "El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Apocalipsis 19, 9
22:3 Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir.
22:4 De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: "Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas".
22:5 Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio;
22:6 y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
22:7 Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad.
22:8 Luego dijo a sus servidores: "El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él.
22:9 Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren".
22:10 Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
22:11 Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta.
22:12 "Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?" El otro permaneció en silencio.
22:13 Entonces el rey dijo a los guardias: "Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes". Mateo 8, 12 Mateo 25, 30 Lucas 13, 28
22:14 Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos".

El impuesto debido a la autoridad
Marcos 12, 13-17 / Lucas 20, 20-26

22:15 Los fariseos se reunieron entonces para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones.
22:16 Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie.
22:17 Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?"
22:18 Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: "Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa?
22:19 Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto". Ellos le presentaron un denario.
22:20 Y él les preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?"
22:21 Le respondieron: "Del César". Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Marcos 12, 17 Lucas 20, 25 Romanos 13, 7
22:22 Al oír esto, quedaron admirados y, dejando a Jesús, se fueron.

Discusión sobre la resurrección de los muertos
Marcos 12, 18-27 / Lucas 20, 27-40

22:23 Aquel mismo día se le acercaron unos saduceos, que son los que niegan la resurrección, Marcos 12, 18 Hechos 23, 8 y le propusieron este caso:
22:24 "Maestro, Moisés dijo: "Si alguien muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda". Génesis 38, 8 Deuteronomio 25, 6 Marcos 12, 19 Lucas 20, 28
22:25 Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos. El primero se casó y como murió sin tener hijos, dejó su esposa al hermano.
22:26 Lo mismo ocurrió con el segundo, después con el tercero, y así sucesivamente hasta el séptimo.
22:27 Finalmente, murió la mujer.
22:28 Respóndenos: cuando resuciten los muertos, ¿de cuál de los siete será esposa, ya que lo fue de todos?"
22:29 Jesús les dijo: "Están equivocados, porque desconocen las Escrituras y el poder de Dios.
22:30 En la resurrección ni los hombres ni las mujeres se casarán, sino que todos serán como ángeles en el cielo.
22:31 Y con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído la palabra de Dios, que dice:
22:32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Éxodo 3, 6.15.16 Marcos 12, 26 Hechos 3, 13 Hechos 7 ,32 ¡Él no es un Dios de muertos, sino de vivientes!"
22:33 La multitud, que había oído esto, quedó asombrada de su enseñanza.

El mandamiento principal
Marcos 12, 28-34 / Lucas 10, 25-28

22:34 Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en ese lugar,
22:35 y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: Marcos 12, 28-34 Lucas 10, 25-28
22:36 "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?"
22:37 Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Deuteronomio 6, 5 Marcos 12, 30 Lucas 10, 27
22:38 Este es el más grande y el primer mandamiento.
22:39 El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Levítico 19, 18 Mateo 5, 43 Mateo 19, 19 Marcos 12, 31 Lucas 10, 27 Romanos 13, 9 Gálatas 5, 14 Santiago 2, 8
22:40 De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas".

El Mesías, hijo y Señor de David
Marcos 12, 35-37 / Lucas 20, 41-44

22:41 Mientras los fariseos estaban reunidos, Jesús les hizo esta pregunta:
22:42 "¿Qué piensan acerca del Mesías? ¿De quién es hijo?" Ellos le respondieron: "De David".
22:43 Jesús les dijo: "¿Por qué entonces, David, movido por el Espíritu, lo llama "Señor", cuando dice:
22:44 Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
hasta que ponga a tus enemigos
debajo de tus pies? Salmo 8, 7 Salmo 110, 1 Marcos 12, 36 Lucas 20, 42-43 Hechos 2, 34-35 1 Corintios 15, 25 1 Corintios 15, 27 Efesios 1, 20-22 Colosenses 3, 1 Hebreos 1, 13 Hebreos 2, 8 Hebreos 8, 1 Hebreos 10, 12-13
22:45 Si David lo llama "Señor", ¿cómo puede ser hijo suyo?"
22:46 Ninguno fue capaz de responderle una sola palabra, y desde aquel día nadie se atrevió a hacerle más preguntas.


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