jueves 25 2025

25 DE DICIEMBRE : «Y LA PALABRA SE HIZO CARNE»








Esta frase proviene del Evangelio según San Juan (1,14) y es el misterio central del cristianismo conocido como la Encarnación. 


Su significado se desglosa en tres puntos principales:


Dios se hizo hombre: Significa que el "Verbo" (la Palabra o el Hijo de Dios), quien es eterno y divino, asumió la naturaleza humana completa. No dejó de ser Dios, sino que se unió a la condición humana en la persona de Jesucristo.


La palabra "Carne": En el lenguaje bíblico, "carne" (sarx en griego) subraya la fragilidad, la mortalidad y la realidad física del ser humano. Indica que Jesús no fue un fantasma ni una apariencia, sino que tuvo un cuerpo real, sufrió y vivió nuestra misma vida.


Habitó entre nosotros: El texto original sugiere que Dios "plantó su tienda" en medio de la humanidad, estableciendo una nueva y definitiva alianza donde Dios ya no está lejos, sino que es parte de la historia humana. 





miércoles 24 2025

25 DE DICIEMBRE : SOLEMNIDAD DEL NACIMIENTO DE JESÚS -- Juan 1, 1-18 -- Y LA PALABRA SE HIZO CARNE

 Adviento


Al hacerse hombre, el Hijo de Dios manifiesta su inmenso amor hacia nosotros.



Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net





Del santo Evangelio según san Juan 1, 1-18








En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.» Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.


Oración introductoria

Gracias, Señor, por esta Navidad. Creo que te hiciste niño para redimirme y mostrarme el amor de Dios Padre. Hoy, como aquellos pastores de Belén, me anuncias la gran noticia: «hoy ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor», ilumina mi oración para saber contemplar este maravilloso misterio de amor.


Petición

Dame la gracia de ir a tu encuentro en esta oración, con las mismas disposiciones que tuvieron los pastores: humildad y apertura


Meditación del Papa

La Biblia es muy clara: "No había alojamiento para ellos". Me imagino a José?, con su esposa a punto de tener a su hijo, sin un techo, sin casa, sin alojamiento. El Hijo de Dios entro? en este mundo como uno que no tiene casa. El hijo de Dios entró como un homeless. El Hijo de Dios supo lo que es comenzar la vida sin un techo. Imaginemos las preguntas de José? en ese momento: ¿Cómo el Hijo de Dios no tiene un techo para vivir? ¿Por que? estamos sin hogar, por que? estamos sin un techo? Son preguntas que muchos de ustedes pueden hacerse a diario. Y se las hacen. Al igual que José? se cuestionan: ¿Por que? estamos sin un techo, sin un hogar? A los que tenemos techo y hogar son preguntas que nos hará? bien hacernos también: ¿Por que? estos hermanos nuestros están sin hogar, por que? estos hermanos nuestros no tienen un techo?


Las preguntas de José? siguen presentes hoy, acompañando a todos los que a lo largo de la historia han vivido y están sin un hogar.


José? era un hombre que se hizo preguntas pero, sobre todo, era un hombre de fe. Fue la fe la que le permitió? a José? poder encontrar luz en ese momento que parecía todo a oscuras; fue la fe la que lo sostuvo en las dificultades de su vida. Por la fe, José? supo salir adelante cuando todo parecía detenerse.


Ante situaciones injustas, dolorosas, la fe nos aporta esa luz que disipa la oscuridad. Al igual que a José?, la fe nos abre a la presencia silenciosa de Dios en toda vida, en toda persona, en toda situación. El esta? presente en cada uno de ustedes, en cada uno de nosotros. (Homilía de S.S. Francisco, 24 de septiembre de 2015).


Reflexión

Hoy la Iglesia presenta a todo el mundo su grande y único tesoro: Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, como un niño indefenso. Todos tenemos urgencia de encontrarnos con Él. Las generaciones lo esperaban con ansia. Grandes signos acompañaban su venida. En torno a su cuna se dan cita las virtudes de la humildad, de la sencillez y de la pureza. La riqueza y la pompa del mundo, sin embargo, no lo descubrieron. Por eso, su nacimiento es una fiesta vivida entre contradicciones.


Al hacerse hombre, el Hijo de Dios manifiesta su inmenso amor hacia nosotros, ¡verdaderamente sus planes son grandiosos! Esa grandiosidad no la puede descubrir el mundo con sus criterios de placeres fáciles, sus sueños de honra y de poder.


Porque todo parece suceder en contra de los cálculos humanos: La virginidad de María, en vez de condenarla a una vida estéril, la hace fecunda. Los auxilios especiales de Dios salvan a José de sus dudas al respecto. Imprevisiblemente María y José se tienen que ir a Belén, ciudad natal de José. A pesar de estas circunstancias tan desagradables, que además no les permiten encontrar lugar en el mesón, se va cumpliendo el plan de Dios - como si nada lo pudiera detener: el Hijo de Dios quiere nacer entre la paja y las bestias del campo; su comité de ingreso lo forman algunos pastores.


Todo ello es una señal inequívoca de que nuestro Dios ama de un modo muy especial a los más desamparados y olvidados, a aquellos cuya única riqueza es Dios. Quería darles la seguridad de su cercanía.


Al hacerse niño, Jesucristo se jugó el todo por el todo. No vino para que otros le sirvieran, sino para enseñarnos desde el primer momento de su vida, cómo se ama, cómo se sirve y cómo se perdona. Así nos redimió.


Propósito

Con una alegre creatividad, celebrar la Navidad con auténtico espíritu cristiano.


Diálogo con Cristo

Jesús, contemplar el misterio de la Navidad me confirma el gran amor que tienes por cada uno de nosotros. Me doy cuenta de que Tú viniste al mundo para amar y para enseñarme a amar. Ayúdame a vivir como Tú en la entrega generosa y delicada a los demás, que mi actitud sea como la de los pastores, que corra presuroso a procurar el bien en todos y en cada uno de los miembros de mi familia.


Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net












 











VIDEO : UN NIÑO LLAMADO JESÚS

 


24 DE DICIEMBRE -- NAVIDAD : ¿ QUÉ ES EL BENEDICTUS ?

 






El Benedictus (o Cántico de Zacarías) es un himno de alabanza y profecía que se encuentra en el Evangelio según San Lucas (1, 67-79). Es uno de los tres cánticos principales del Nuevo Testamento, junto con el Magníficat (de María) y el Nunc dimittis (de Simeón). 


Puntos clave del Benedictus:

Significado: Su nombre proviene de la primera palabra en la Vulgata Latina, Benedictus Dominus Deus Israhel, que se traduce como "Bendito sea el Señor Dios de Israel".


Origen bíblico: Fue pronunciado por Zacarías, el padre de Juan el Bautista, bajo la inspiración del Espíritu Santo tras el nacimiento y circuncisión de su hijo.


Estructura y contenido:


Primera parte: Una acción de gracias por la llegada del Redentor y el cumplimiento de las promesas hechas por Dios a Abraham y a la casa de David.


Segunda parte: Una profecía dirigida a su hijo, Juan, indicando que él será el precursor que preparará los caminos del Señor y anunciará la salvación a través del perdón de los pecados.


Uso litúrgico: En la Iglesia Católica, es una pieza central de la Liturgia de las Horas, rezándose o cantándose diariamente en la oración de la mañana (Laudes). También se utiliza en otros ritos, como los servicios fúnebres. 


Este cántico celebra la fidelidad de Dios y la llegada de la "luz de lo alto" para iluminar a los que viven en tinieblas. 



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