Un tiempo de 15 minutos con Jesús Sacramentado puede ser un momento de oración íntima y personal. El propósito es hablar con Él de manera sencilla, como lo harías con un amigo cercano, un familiar o incluso con un padre.
Aquí tienes una estructura para seguir durante esos 15 minutos:
1. Momento de silencio (3 minutos)
Dedica los primeros minutos a simplemente estar en silencio ante la presencia de Jesús.
Cree que Él está realmente allí, te oye y te mira con amor.
Haz una breve oración de adoración: "Señor mío y Dios mío, creo que estás aquí presente. Te adoro desde lo más profundo de mi nada".
2. Momento de conversación (6 minutos)
Cuéntale tus preocupaciones y tristezas: Háblale de lo que te causa pena, de tus dificultades y de tus problemas. Acércate a Su Corazón, que tiene la medicina para todas las heridas.
Dale gracias por tus alegrías: Comparte con Él las cosas buenas que te han sucedido. Las buenas noticias, las sorpresas agradables, las muestras de cariño que has recibido. Dale las gracias como un hijo a su padre: "¡Gracias, Padre mío, gracias!".
Pídele ayuda para los demás: Pídele por los más necesitados: los enfermos, los que sufren pobreza material y los que se han alejado de Dios. Desea tener un corazón grande y que en tus preocupaciones no falte nadie.
3. Momento de ofrecimiento (3 minutos)
Hazle un ofrecimiento sincero: Pregúntate qué puedes ofrecerle. ¿Tienes la firme resolución de amarlo más? ¿De ser más servicial con tu familia o amigos? Expresa tu deseo de crecer en tu fe y en tu servicio a los demás.
Pide su bendición: Pídele que bendiga tu vida y tus proyectos, y que la conversación que has tenido con Él permanezca en tu corazón.
4. Oración final y despedida (3 minutos)
Dirígete a la Virgen María: Pídele a Jesús que te ayude a amar más a su Madre, que también es la tuya.
Oración de despedida: Concluye con una oración como esta: "Aquí te dejo mi corazón para que te adore constantemente y lo hagas más agradable a tus divinos ojos. Haz que cuando vuelva a visitarte, vuelva más santo".
Acto de comunión espiritual: Si no puedes recibir la Eucaristía sacramentalmente, haz una comunión espiritual: "Jesús, ven espiritualmente a mi corazón. Me abrazo y me uno todo a Ti; no permitas que me separe de Ti".
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén
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