miércoles 22 2025

JUEVES 23 DE OCTUBRE DE 2025 -- Lucas 12, 49-53 -- «HE VENIDO A PRENDER FUEGO EN EL MUNDO»

 







El pasaje bíblico de Lucas 12, 49-53 describe que Jesús vino a encender un fuego de transformación en la tierra, no a traer una paz superficial, sino una división entre aquellos que aceptan su mensaje y aquellos que no. Este fuego es una prueba que traerá sufrimiento y dolor, causando conflictos incluso dentro de las familias, donde se presentarán divisiones de tres contra dos, como el padre contra el hijo, o la madre contra la hija. 


Fuego de transformación: Jesús dice que vino a encender un fuego en la tierra, lo cual puede interpretarse como un fuego purificador que transforma la realidad, no como una destrucción. Este fuego es deseado intensamente por Jesús, y su deseo es que arda completamente. 


Una prueba (bautismo): Este fuego está intrínsecamente ligado a un "bautismo" de sufrimiento, una prueba que traerá angustia a Jesús hasta que se cumpla. 


División, no paz: Jesús advierte explícitamente que no ha venido a traer la paz, sino la división. 


División familiar: Esta división se manifestará incluso dentro de las familias, donde se producirán conflictos entre parientes cercanos como padres e hijos, o madres e hijas, creando divisiones de "tres contra dos" o "dos contra tres". 


La exégesis del evangelio de Lucas 12,49-53 revela que Jesús no vino a traer una paz superficial, sino un llamado radical que, de hecho, puede causar división, incluso dentro de las familias. El pasaje destaca la urgencia del mensaje del Evangelio y la pasión de Jesús por su misión, que culmina en su muerte y resurrección. 


Texto del Evangelio (Lc 12,49-53)

Para el texto completo del Evangelio de Lucas 12,49-53, consulte las referencias proporcionadas. 


Exégesis del pasaje

El fuego de la pasión y el Espíritu Santo

El "fuego" mencionado por Jesús simboliza el Espíritu Santo y el celo que Él y sus seguidores deben propagar. Este fuego purifica y enciende los corazones de los creyentes para vivir el Evangelio radicalmente. La intensidad en las palabras de Jesús, "¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!", resalta su pasión por difundir su mensaje y el inicio de la nueva era. 


El bautismo de sufrimiento

Jesús se refiere a su próxima pasión y muerte como un "bautismo" que debe experimentar, simbolizando su inmersión en el sufrimiento. Su "angustia" subraya la dificultad de su misión, pero también su firme determinación de cumplir la voluntad divina. 


La división causada por el Evangelio

Jesús aclara que su misión no busca una paz terrenal y cómoda, sino que su mensaje actuará como un "signo de contradicción". Aceptar sus enseñanzas exige una entrega total a Dios, lo que puede generar conflictos, incluso dentro del ámbito familiar. Las divisiones familiares mencionadas (padre contra hijo, etc.) hacen eco de profecías como la de Miqueas 7,6, enfatizando que la lealtad a Cristo prima sobre otros lazos. 


Reflexión personal

Este pasaje invita a reflexionar sobre la profundidad de nuestra fe. Seguir a Jesús no garantiza la comodidad, sino que requiere una entrega valiente que puede causar tensión. El "fuego" del Evangelio debe arder en nosotros, purificándonos y dándonos el coraje para testificar de Cristo, aun si somos incomprendidos o confrontados. 



VIDEO : 22 DE OCTUBRE -- SAN JUAN PABLO II, PAPA EN 2 MÍNUTOS -- P. José de Jesús Aguilar Valdés.

 


22 DE OCTUBRE -- Lc 12,39-48 -- «A QUIÉN SE LE DIÓ MUCHO SE LE RECLAMARÁ MUCHO; Y A QUIÉN SE CONFIÓ MUCHO, SE LE PEDIRÁ MÁS».

 








La frase «a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más» subraya el concepto de que una mayor responsabilidad recae sobre quienes tienen más privilegios, dones o conocimientos. No se trata solo de riqueza material, sino también de talentos, habilidades y oportunidades. 


Contexto bíblico

Esta frase proviene de la parábola de los siervos fieles que se encuentra en el Evangelio de Lucas (12:48). El pasaje destaca que el juicio de Dios será proporcional a lo que una persona ha recibido y a lo que se esperaba de ella. 



Interpretación de la enseñanza


La enseñanza principal detrás de esta cita es:

A mayor privilegio, mayor obligación: Si tienes la fortuna de haber recibido muchos dones o recursos en la vida (salud, inteligencia, talento, riqueza, educación), tienes una mayor responsabilidad de usarlos para hacer el bien. No hacerlo se considera una falta más grave que la de alguien que no tenía esos mismos privilegios.


Rendición de cuentas: Al final, todos tendrán que rendir cuentas por cómo administraron lo que se les confió. La persona que recibió mucho tendrá que dar cuenta de mucho, y la que recibió poco, de poco.


Advertencia contra la inacción: La frase también se conecta con la idea de que saber lo que es correcto y no hacerlo es un pecado (Santiago 4:17). Tener conocimiento o capacidad para hacer el bien, pero elegir la inacción, es moralmente más reprobable que si se actúa por ignorancia. 


Aplicación en la vida moderna


Este principio se puede aplicar a diversos aspectos de la vida, como:

Liderazgo: Un líder con gran poder y autoridad tiene la mayor responsabilidad por el bienestar de aquellos a su cargo.


Posiciones de influencia: Una persona con una plataforma pública (como un artista, político o celebridad) que la usa para promover el bien social o, por el contrario, la utiliza de forma irresponsable.


Oportunidades personales: Una persona con una buena educación tiene una mayor responsabilidad de aplicar ese conocimiento en beneficio de la sociedad.


En resumen, la cita nos recuerda que la vida no se trata solo de recibir bendiciones, sino de ser un administrador fiel y responsable de todo lo que se nos ha confiado, ya sean bienes materiales, talentos o conocimiento. 



martes 21 2025

MIÉRCOLES 22 DE OCTUBRE DE 2025 -- Lucas 12,39-48 -- ESTÉ LISTO PARA RESPONDER: EL SEÑOR SE ACERCA








El pasaje de Lucas 12,39-48 se centra en la necesidad de estar preparados para la venida del Hijo del Hombre y la responsabilidad de los siervos. Jesús enseña a través de dos parábolas: la del dueño de casa que no sabe cuándo llegará el ladrón, y la del siervo fiel y prudente frente al siervo negligente y violento. La enseñanza clave es que a quien se le ha dado mucho, se le exigirá mucho. 


Parábola del dueño de casa

Mensaje principal: Se debe estar preparado constantemente, ya que el Hijo del Hombre vendrá en un momento inesperado.


El ladrón: Representa la venida de Jesús, que sorprenderá a quienes no estén en alerta. 


Parábola del siervo fiel y prudente

El siervo fiel: Es el mayordomo que, cuando el señor llegue, lo encontrará cumpliendo fielmente sus responsabilidades, por lo que será recompensado.


El siervo negligente: Es aquel que, por creer que su señor se tarda, se dedica a la mala vida y a maltratar a otros. Será duramente castigado cuando el señor regrese. 


La clave: Responsabilidad y rendición de cuentas

Conocer la voluntad de Dios: Jesús explica que la intensidad del castigo dependerá de si el siervo conocía o no la voluntad de su señor.


Principio de proporcionalidad: El principio fundamental es que "a quien se le da mucho, también se le exigirá mucho; y al que se le confía mucho, se le pedirá más todavía". 


Según el Evangelio de Lucas 12, 39-48, Jesús utiliza varias parábolas para enseñar a sus discípulos la importancia de estar preparados y vigilar, así como la responsabilidad que conlleva recibir grandes dones y la conciencia de la voluntad de Dios. 


La parábola del ladrón (v. 39-40)

Jesús comienza con la imagen de un dueño de casa que no dejaría que un ladrón entrara a robar si supiera a qué hora llegaría. La conclusión es directa y contundente: los discípulos deben estar siempre preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá en el momento menos esperado. 


Puntos clave:

Vigilancia: Es una llamada constante a la vigilancia espiritual, no solo para el final de los tiempos, sino para estar siempre listos para el encuentro con el Señor en cualquier momento.


Imprevisibilidad: La llegada de Cristo es impredecible, por lo que la preparación debe ser una actitud permanente, no un acto esporádico. 


La parábola del administrador fiel y prudente (v. 41-48) 

Pedro le pregunta si la parábola es solo para ellos o para todos. Jesús responde con otra parábola, la del administrador fiel y prudente: 


El siervo fiel: El siervo que es diligente, prudente y cumple con su deber de alimentar a la servidumbre mientras su amo está ausente será recompensado. El amo, al regresar, lo pondrá al frente de todos sus bienes.


El siervo infiel: El siervo que se vuelve perezoso, maltrata a los demás siervos, y se entrega a los placeres, será castigado severamente por el amo que regresa en un momento inesperado. Su castigo será el mismo que el de los incrédulos. 


Puntos clave:

Responsabilidad: Esta parte de la enseñanza enfatiza la gran responsabilidad que tienen quienes han recibido un cargo o una misión, como los apóstoles y los líderes de la comunidad.


Fidelidad: La fidelidad se demuestra en las acciones diarias. No se trata solo de esperar, sino de trabajar y servir mientras se espera el regreso del Señor. 


La voluntad del amo y el castigo (v. 47-48)

Jesús aclara que el castigo por la desobediencia es proporcional al conocimiento de la voluntad del amo.


Conocimiento y negligencia: El siervo que conoce la voluntad de su señor pero no se prepara ni la cumple, recibirá un castigo más severo.


Ignorancia y error: El siervo que hace cosas dignas de castigo sin conocer la voluntad de su señor, recibirá un castigo menor. 


Puntos clave:

Mayor exigencia, mayor responsabilidad: El versículo final resume el mensaje: "A todo el que se le haya dado mucho, mucho se le demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán".


Llamado universal: Aunque la parábola responde a la pregunta de Pedro, el mensaje se aplica a todos los creyentes. Cuanto más conocimiento y bendiciones se nos han dado, mayor es la responsabilidad de vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. 



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