viernes 29 2011

EVANGELIO DEL DÍA 29 DE JULIO DE 2011

El Evangelio de hoy 
 
Juan 11, 19-27

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para consolarlas por la muerte de su hermano Lázaro. Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas."
Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará." Marta respondió: "Ya sé que resucitará en la resurrección del último día." Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?" Ella le contestó: "Sí, Señor. Creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, el que tenía que venir al mundo."


+ Reflexión
Este pasaje de san Juan nos muestra cómo se debe actuar ante la desilusión religiosa. Muchas veces, nosotros pensamos igual que Marta: “Si tú hubieras estado, mi esposo no habría perdido el trabajo; mi hijo estaría vivo; esta enfermedad no hubiera azotado a nuestra familia, etc.” Y en ese momento viene a nosotros la gran tristeza, la gran desilusión que muchas veces nos acompañará durante toda la vida, robándonos la felicidad y alejándonos de Dios y con ello de la paz y del verdadero amor. Marta nos muestra hoy que el que las cosas no sean o hayan sido como “ella” esperaba, esto no significa que no vayan a ser como finalmente más conviene a los planes de Dios, que siempre son fuente de bendición y de paz para todos. Nuestro problema es que siempre esperamos que Dios haga las cosas como a “nosotros” nos parece que deberían ser hechas. Y Dios no siempre lo piensa así, pues él ve los corazones y el bienestar de todos, no sólo el nuestro. Finalmente el plan de Dios, no es sanarnos, sino llevarnos a la vida eterna, y para ello es necesario, como hoy lo vemos en Marta hacer una confesión de fe en Jesús como Señor y Mesías. Cuando ponemos nuestros planes y proyectos en Dios todo se transforma en paz y serenidad. Sabemos que Dios nos ama, como amaba a esta familia y que si ha ocurrido así, no es por que no supiera de nuestras necesidades, sino porque así convenía a su proyecto, al proyecto de Dios para la salvación de todos lo hombres. Confía en él, realmente Jesús es el Mesías, salvador. 



Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro



Fuente:   www.evangelizacion.org 


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