martes 11 2012

PASÓ LA NOCHE ORANDO. ESCOGIÓ A DOCE Y LOS NOMBRÓ APÓSTOLES.


1 Corintios 6, 1-11


Hermanos: Cuando uno de vosotros está en pleito con otro, ¿cómo tiene el descaro de llevarlo a un tribunal pagano y no ante los santos?


¿Habéis olvidado que los santos juzgarán el universo?


Pues si vosotros vais a juzgar al mundo, ¿no estaréis a la altura de juzgar minucias?


Recordad que juzgaremos a ángeles: cuánto más asuntos de la vida ordinaria.


De manera que para juzgar los asuntos ordinarios dais jurisdicción a ésos que en la Iglesia no pintan nada.


¿No os da vergüenza?


¿Es que no hay entre vosotros ningún entendido que sea capaz de arbitrar entre dos hermanos?


No señor, un hermano tiene que estar en pleito con otro, y además entre no creyentes.


Desde cualquier punto de vista ya es un fallo que haya pleitos entre vosotros.


¿No estaría mejor sufrir la injusticia?


¿No estaría mejor dejarse robar?


En cambio, sois vosotros los injustos y los ladrones, y eso con hermanos vuestros.


Sabéis muy bien que la gente injusta no heredará el reino de Dios.


No os llaméis a engaño: los inmorales, idólatras, adúlteros, afeminados, invertidos, ladrones, codiciosos, borrachos, difamadores o estafadores no heredarán el reino de Dios.


Así erais algunos antes.


Pero os lavaron, os consagraron, os perdonaron en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y por Espíritu de nuestro Dios.





Salmo 149



Cantad al Señor un cántico nuevo, / resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; / que se alegre Israel por su Creador, / los hijos de Sión por su Rey. R.


Alabad su nombre con danzas, / cantadle con tambores y cítaras; / porque el Señor ama a su pueblo / y adorna con la victoria a los humildes. R.


Que los fieles festejen su gloria / y canten jubilosos en filas: / con vítores a Dios en la boca; / es un honor para todos sus fieles. R.





Lucas 6, 12-19


Por entonces subió Jesús a la montaña a orar y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso el nombre de Pedro; y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón apodado el Zelotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.




COMENTARIO



1. Durísimo, pero cierto



1.1 Sé muy bien que hay personas que quisieran que nunca se leyeran las palabras que hemos escuchado en la primera lectura: "No se engañen: ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores tendrán parte en el Reino de Dios."


1.2 Hay gente tan interesada en que eso no se lea que cuando es preciso que se lea intentan que no se entienda, particularmente en lo que tiene que ver con afeminamiento y homosexualidad. Y la única razón para contradecir la Palabra de Dios en este punto tan claro es que nuestra cultura occidental, por lo menos en muchas partes, está siendo asediada por los "colectivos" gay, que resultan eficaces en su presión política a través de su buen posicionamiento económico.


1.3 ¡Es algo tan ridículo! Hay exégetas que quieren que leamos un texto como este de Primera Corintios, capítulo 6, y no entendamos qué prohíbe, o peor: pretenden que descartemos al apóstol y a su enseñanza, antes que descartar los pecados que no por extendidos dejan de ser pecados. Si tal cosa fuera posible con respecto al homosexualismo, ¿por qué no admitimos que se puede robar y heredar el Reino de Dios? ¿Por qué no empezamos a enseñar que los estafadores y borrachos ya casi tiene asegurada su entrada al banquete celestial? Nuestro tiempo ha llegado al ridículo cuando pretende que si uno no apoya el movimiento gay es homofóbico.


1.4 Y sin embargo, una cosa es rechazar el pecado y otra rechazar al pecador. Para una iglesia madura no se necesita sólo que tengamos el vigor de proscribir, por ejemplo, al homosexualismo: es indispensable que sepamos hacerlo de tal modo que cualquier homosexual sienta que, en cuanto persona, es infinitamente amado o amada y plenamente redimido en el poder de la Sangre de Cristo. Las solas condenas nos llevarían al extremo del que pretenden acusarnos. No seremos tan tontos de caer en ello.


2. ¿Quiénes eran los Apóstoles?


2.1 El evangelio de hoy nos presenta el llamado a los Doce Apóstoles como fruto preciosísimo de la oración de Jesucristo. Es un buen día para preguntarnos quiénes eran estos elegidos. Al respecto escribe el P. Enrique Cases:


2.2 Conocemos el entorno de nueve de los doce Apóstoles: Juan y Andrés son los primeros: eran amigos y pescadores; después vinieron sus hermanos Simón Pedro y Santiago. Felipe y Natanael (Bartolomé), también amigos, les siguen. Un caso especial es el publicano Leví (Mateo), pues no parece conocido íntimo de los demás, pero sí de Jesús. Santiago y Judas de Alfeo son hermanos (parientes) de Jesús y los lazos de intimidad son grandes. En cuanto a la preparación previa de Simón el cananeo, de Tomás, y de Judas Iscariote nada se dice en los Evangelios.


2.3 Una primera mirada revela en aquellos hombres una relaciones humanas muy ricas. La amistad, el parentesco y la vecindad constituyen una preparación próxima para la vocación. Juan y Andrés son amigos y convecinos; tenían edades e inquietudes semejantes, pues los dos estaban con Juan el Bautista cuando éste les muestra a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y los dos siguieron juntos a Jesús, infundiéndose ánimo mutuamente comienzan una nueva vida. Una vez conocen a Jesús lo comunican a sus respectivos hermanos. Andrés habla a Simón y le presenta a Jesús. Lo mismo hace Juan con su hermano Santiago. Felipe debía estar próximo a Juan y Andrés -el evangelio no lo precisa- pues era galileo como ellos y quizá del mismo pueblo; Felipe habla a Natanael y se lo presenta a Jesús. La amistad fue el cauce para que los primeros descubrieran la vocación, como suele ocurrir hoy en día.


2.4 Santiago y Judas Tadeo, llamados hermanos del Señor, son parientes de Jesús, hijos de una de aquellas Marías que luego servirán a Cristo en su caminar por las tierras de Israel. Ella se contará entre las mujeres que estaban al pie de la Cruz junto a la Virgen. Ambos conocían a Jesús en los años de vida oculta, eran amigos de infancia o de juventud del Señor, aunque no supieran el misterio de Jesús. Pueden captar su bondad, y los vínculos de afecto natural con Jesús son la base humana que les permite seguirle dejándolo todo cuando les llama.


2.5 Leví se nos muestra como el más solitario y es lógico, ya que por ser publicano estaba desvinculado de las relaciones de amistad con los israelitas practicantes, según las costumbres de aquel momento. Es indudable que este hecho le hace más difícil la entrega primera.




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