lunes 22 2012

LO QUE HAS ACUMULADO, ¿ DE QUIÉN SERÁ ?


Efesios 2, 1-10


Hermanos: Hubo un tiempo en que estabais muertos por vuestros delitos y pecados, cuando seguíais la corriente del mundo presente, bajo el jefe que manda en esta zona inferior, el espíritu que ahora actúa en los rebeldes contra Dios. Antes procedíamos nosotros también así; siguiendo los deseos de la carne, obedeciendo los impulsos de la carne y de la imaginación; y, naturalmente, estábamos destinados a la reprobación, como los demás. Pero Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos has hecho vivir con Cristo -por pura gracia estáis salvados-, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.


Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Somos, pues, obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos.





Salmo 99



Aclama al Señor, tierra entera, / servid al Señor con alegría, / entrad en su presencia con vítores. R.


Sabed que el Señor es Dios: / que él nos hizo y somos suyos, / su pueblo y ovejas de su rebaño. R.


Entrad por sus puertas con acción de gracias, / por sus atrios con himnos, / dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.


"El Señor es bueno, / su misericordia es eterna, / su fidelidad por todas las edades." R.





Lucas 12, 13-21


En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia." Él le contestó: "Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?"

Y dijo a la gente: "Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno -ande sobrado, su vida no depende de sus bienes."


Y les propuso una parábola: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida."


Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios."





COMENTARIO



1. No son nuestras obras, sino la obra de Dios



1.1 A veces las cosas más importantes se dicen con palabras breves. De fondo, nuestra fe no es algo extremadamente complicado sino profundamente sencillo: Dios ha manifestado y ofrece en Cristo el amor que no merecíamos pero que sí necesitábamos. Si aceptamos ese amor, que es puro regalo, nuestra vida cambia completamente. Acoger la propuesta de Dios es creer, o sea, ejercer fe. El cambio que esa fe trae es que nos abre a un futuro que rebasa nuestros mejores sueños, y así quedamos abiertos a la esperanza. Gozosos por haber sido amados somos también capacitados para amar, y así llega la caridad. En apretada síntesis, esto que hemos contado es el Evangelio; es lo mismo que Pablo recuerda a los Efesios.


1.2 Si todo es así claro y sencillo, ¿por qué nos cuesta vivirlo? Una clave puede estar en lo que Pablo recuerda a los Efesios: "No se debe a vosotros..." Es maravilloso saberse amado pero hay algo en el orgullo humano que quiere siempre encontrar un motivo para ese amor. La razón es que si Dios tenía un buen motivo en mí para amarme, entonces bien se ve lo bueno que soy. Uno trata de ser bueno por propia fuerza, por propio impulso; eso seduce nuestra vanidad y mima a nuestro ego. Uno trata de convencerse de que es lo suficientemente sagaz, sabio, virtuoso, inocente, bello o fuerte como para "merecer" que lo salven. La Biblia no respalda esas aspiraciones. Dios me ha salvado por puro amor, por puro regalo. Lo bueno que había en mí no alcanzaba su verdadera meta, pues tanta inteligencia no me hizo descubrir al Dios que se esconde en los humildes, y tantas riquezas no me sirvieron para ganarme a un Dios que se pone del lado de los pobres.


1.3 Así que uno tiene escoger: ¿quiero con mis obras convencer a Dios de que me ame o quiero ser la obra de un Dios que me ha amado sin que yo en realidad lo mereciera?


2. Cuando hablamos demasiado solos...


2.1 El rico del evangelio de hoy hablaba demasiado. Pero ese no es el problema; el problema es que hablaba demasiado solo. Tenía ojos para su cosecha, oídos para sus anhelos y vientre para su prosperidad. Vivía y giraba en torno a sí mismo. Eso lo mareó. Se emborrachó y perdió la perspectiva.


2.2 Dios le interrumpió esa conversación en solitario. Dios se entrometió y abrió un diálogo, cortando el monólogo que este "pobre rico" llevaba antes. La primera palabra, con la que Dios irrumpe, es dura: "¡insensato!". Es dura, pero es cierta, porque es insensatez construirse el ser humano desde sí y para sí, sin ojos para el cielo ni para el pobre.


2.3 Y nuestro mundo en muchos aspectos sigue repitiendo la parábola de hoy. Pueblos, familias o individuos siguen hablando sólo consigo mismos, y siguen o seguimos ciegos al cielo y sordos al clamor del pobre. También a nosotros Dios nos reprocha por insensatos.


2.4 Pero la parábola no está ahí para regañarnos solamente. Está para salvarnos. Dios denuncia nuestra insensatez para llamarnos a su sabiduría. Nos hace ver que no vemos para que empecemos a ver. Nos corrige para salvarnos y nos llama a juicio ahora para no juzgarnos al final de los tiempos.




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SAN LUCAS, CAPÍTULO 12




Advertencia contra la hipocresía

12:1 Mientras tanto se reunieron miles de personas, hasta el punto de atropellarse unos a otros. Jesús comenzó a decir, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuídense de la levadura de los fariseos, Mateo 16, 5 Marcos 8, 15 que es la hipocresía.
12:2 No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido. Mateo 10, 26-33 Marcos 4, 22 Lucas 8, 17
12:3 Por eso, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto de las casas.

El verdadero y el falso temor

12:4 A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más.
12:5 Yo les indicaré a quién deben temer: teman a aquel que, después de matar, tiene el poder de arrojar a la Gehena. Sí, les repito, teman a ese.
12:6 ¿No se venden acaso cinco pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos.
12:7 Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos pájaros.

La valentía para reconocer al Hijo del hombre

12:8 Les aseguro que a aquel que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios. Mateo 10, 32 Marcos 8, 38 Lucas 9, 26 Apocalipsis 3, 5
12:9 Pero el que no me reconozca delante de los hombres, no será reconocido ante los ángeles de Dios. Mateo 10, 33 2 Timoteo 2, 12
12:10 Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Mateo 12, 30-32 Marcos 3, 28-30
12:11 Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, Mateo 10, 21 Marcos 13, 9-12 Lucas 21, 12-16
12:12 porque el Espíritu Santo Mateo 10, 17-20 Marcos 13, 11 Lucas 21, 14-15 les enseñará en ese momento lo que deban decir".

El desprendimiento cristiano

12:13 Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia".
12:14 Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?"
12:15 Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas".

La parábola del rico insensato

12:16 Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho,
12:17 y se preguntaba a sí mismo: "¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha".
12:18 Después pensó: "Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes,
12:19 y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida".
12:20 Pero Dios le dijo: "Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?"
12:21 Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios".

La confianza en la Providencia

Mateo 6, 25-33

12:22 Después dijo a sus discípulos: "Por eso les digo: No se inquieten por la vida, pensando qué van a comer, ni por el cuerpo, pensando con qué se van a vestir.

12:23 Porque la vida vale más que la comida, y el cuerpo más que el vestido.
12:24 Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, no tienen despensa ni granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que los pájaros!
12:25 ¿Y quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un instante al tiempo de su vida?
12:26 Si aun las cosas más pequeñas superan sus fuerzas, ¿por qué se inquietan por las otras?
12:27 Fíjense en los lirios: no hilan ni tejen; sin embargo, les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, 1 Reyes 10, 4-7 2 Crónicas 9, 3-6 se vistió como uno de ellos.
12:28 Si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana es echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!
12:29 Tampoco teienen que preocuparse por lo que van a comer o beber; no se inquieten,
12:30 porque son los paganos de este mundo los que van detrás de esas cosas. El Padre sabe que ustedes las necesitan.
12:31 Busquen más bien su Reino, y lo demás se les dará por añadidura.
12:32 No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino.

El verdadero tesoro

Mateo 6, 19-21

12:33 Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla.

12:34 Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón.

Exhortación a la vigilancia y a la fidelidad

Mateo 24 37-42 / Marcos 13, 33-37

12:35 Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. Mateo 25, 1-13

12:36 Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. Marcos 13, 34-36
12:37 ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos.
12:38 ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!
12:39 Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa.
12:40 Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada". Mateo 24, 43-44 1 Tesalonicenses 5, 2 2 Pedro 3, 10 Apocalipsis 3, 3 Apocalipsis 16, 15

La parábola del servidor fiel

Mateo 24, 45-51

12:41 Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?"

12:42 El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
12:43 ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!
12:44 Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
12:45 Pero si este servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar", y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse,
12:46 su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.
12:47 El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo.
12:48 Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más.

Jesús ante su Pasión

12:49 Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!
12:50 Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! Marcos 10, 38

Jesús, signo de contradicción

Mateo 10, 34-39

12:51 ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división.

12:52 De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres:
12:53 el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra". Miqueas 7, 6 Mateo 10, 35-36

La interpretación de los signos de los tiempos

12:54 Dijo también a la multitud: "Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede.
12:55 Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.
12:56 ¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?
12:57 ¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?

Reconciliación

Mateo 5, 21-26

12:58 Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel.

12:59 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo".



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