miércoles 23 2013

¿ ESTÁ PERMITIDO EN SÁBADO SALVARLE LA VIDA A UN HOMBRE O DEJARLO MORIR ?



Hebreos 7,1-3.15-17

Hermanos: Melquisedec, rey de Salém, sacerdote del Dios altísimo, cuando Abrahán regresaba de derrotar a los reyes, lo abordó y lo bendijo, recibiendo de él el diezmo del botín. Su nombre significa "rey de justicia", y lleva también el titulo de rey de Salém, es decir, "rey de paz". Sin padre, sin madre, sin genealogía; no se menciona el principio de sus días ni el fin de su vida. En virtud de esta semejanza con el Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.

Y esto resulta mucho más evidente si surge otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, que lo sea no en virtud de una legislación carnal, sino en fuerza de una vida imperecedera; pues está atestiguado: "Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.





Salmo 109

Oráculo del Señor a mi Señor: / "Siéntate a mi derecha, / y haré de tus enemigos / estrado de tus pies." R.

Desde Sión extenderá el Señor / el poder de tu cetro: / somete en la batalla a tus enemigos. R.

"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, / entre esplendores sagrados; / yo mismo te engendré, como rocío, / antes de la aurora." R.

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: / "Tú eres sacerdote eterno, / según el rito de Melquisedec." R.






Marcos 3,1-6
 


En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le dijo al que tenía la parálisis: "Levántate y ponte ahí en medio." Y a ellos les preguntó: "¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?" Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: "Extiende el brazo." Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.





COMENTARIO

1. Cristo, sacerdote para siempre


1.1 Un argumento central en la Carta a los Hebreos es que el antiguo sacerdocio era imperfecto, y que ello se demuestra por la repetición de los sacrificios y por la sucesión interminable de sacerdotes. "Muchas ofrendas" significa que ninguna alcanzaba la verdadera purificación; "muchos sacerdotes" significa que ninguno ofrece el verdadero sacrificio. Por contraste, Cristo es único. Su ofrenda es única. Su sacerdocio es único. Su sacrificio no se repite, y ello mismo muestra que es perfecto.

1.2 Estas palabras tenían que resonar con especial dureza en los destinatarios de la Carta, entre los cuales, según los estudiosos de la Biblia, debió de haber muchos convertidos del sacerdocio según la ley de Moisés. A ellos sobre todo interesa explicarles cuánto supera el nuevo sacerdocio al antiguo, porque quizá por un poco de nostalgia o quizá porque la vida de los antiguos sacerdotes dependía mayormente del culto, era más difícil su conversión y más difícil su perseverancia.

1.3 Si el sacerdocio de Cristo es único, no puede transmitirlo al modo hereditario de los antiguos sacerdotes, sino en un "orden" nuevo, un "rito" nuevo, que aquí se describe como propio de Melquisedec. En efecto, salvo los sacerdotes paganos y los cultos idolátricos, sólo hay dos imágenes de sacerdocio en el Antiguo Testamento: el modo levítico, hereditario, basado en los sacrificios de animales, y el modo de Melquisedec, sin rastro terreno ni descendencia terrena, cuyo origen y dignidad se hunden en el misterio. Es claro que sólo este sacerdocio podía prefigurar al de Cristo.

2. La Eucaristía y el Sacrificio de Jesucristo

2.1 En este punto hay que anotar algo. Cristianos no católicos ven en lo que hemos planteado del sacerdocio único de Cristo y de la ofrenda única de Cristo argumentos para esgrimir en contra del sacerdocio en la Iglesia Católica. Según ellos, la Misa sería un sacrificio repetido que nos devuelve al régimen del Antiguo Testamento. Con el mismo pensamiento afirman que la multiplicación de sacerdotes en nuestra Iglesia es tan reprobable como el sacerdocio levítico, ya superado por el sacrificio del Señor en la Cruz.

2.2 No se puede negar que hay lógica en esta crítica, y que es necesario responder con algo más que reprobaciones generales. Pero a poco que se piense se ve que no hay lugar a las objeciones de estos cristianos. Cada uno de los sacrificios de la alianza de Moisés tenía una víctima distinta, un corderito o un cabrito distinto, digamos por caso. En la Misa siempre la Víctima es una y la misma.

2.3 En el régimen antiguo cada sacerdote era distinto, ahora en cambio, cada sacerdote celebra, y especialmente, consagra la Santísima Eucaristía "en persona de Cristo", pues está clarísimo que ningún ser humano por sí mismo, ni aunque fuera inmensa su virtud, tiene potestad como para hacer posible la presencia real de Cristo y de su ofrenda sobre el altar eucarístico. Es decir, también en este aspecto hay que afirmar que el sacerdocio de Cristo no se "divide" en sus sacerdotes, y por lo mismo tampoco "cesa" en unos para alcanzar luego a otros, cual sucedía en el régimen anterior.

2.4 Por eso, lejos de atemorizarnos por las objeciones de evangélicos u otros cristianos no católicos, hemos de agradecer que sus mismos reparos nos ayudan a comprender un poco mejor cuánta ha sido la misericordia divina al participar, sin menguar, su divino ministerio a hombres frágiles como nosotros.




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SAN MARCOS,  CAPÍTULO 3



Curación de un hombre en sábado
Mateo 12, 9-14 / Lucas 6, 6-11

3:1 Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada.
3:2 Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo curaba en sábado, con el fin de acusarlo.
3:3 Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: "Ven y colócate aquí delante".
3:4 Y les dijo: "¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?" Pero ellos callaron.
3:5 Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: "Extiende tu mano". Él la extendió y su mano quedó curada.
3:6 Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con él.

La multitud sigue a Jesús
Mateo 9, 35-38 / Lucas 6, 17-19

3:7 Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea.
3:8 Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón.
3:9 Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara.
3:10 Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo. Mateo 13, 1-3 Marcos 4, 1 Lucas 5, 1-3
3:11 Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!"
3:12 Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.

Institución de los Doce
Mateo 10, 1-4 / Lucas 6, 12-16

3:13 Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él,
3:14 y Jesús instituyó a Doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar
3:15 con el poder de expulsar a los demonios.
3:16 Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro;
3:17 Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno;
3:18 luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo,
3:19 y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.

La actitud de los parientes de Jesús
3:20 Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer.
3:21 Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: "Es un exaltado".

Jesús y Belzebul
Mateo 9, 32-34 / Mateo 12, 22-24 / Lucas 11 14-15

3:22 Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: "Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los demonios". Mateo 9, 34 Mateo 10, 25 Mateo 12, 24 Lucas 11, 15
3:23 Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: "¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás?
3:24 Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir.
3:25 Y una familia dividida tampoco puede subsistir.
3:26 Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya no puede subsistir, sino que ha llegado a su fin.
3:27 Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa.

La blasfemia contra el Espíritu Santo
Mateo 12, 30-32 / Lucas 12, 10

3:28 Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran.
3:29 Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre".
3:30 Jesús dijo esto porque ellos decían: "Está poseído por un espíritu impuro".

La verdadera familia de Jesús
Mateo 12, 46-50 / Lucas 8, 19-21

3:31 Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar.
3:32 La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: "Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera".
3:33 Él les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?"
3:34 Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos.
3:35 Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre".



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