sábado 15 2013

'' QUE VUESTRO SÍ SEA SÍ '' ( Mateo 5, 33 - 37 )



 Sábado de la décima semana del tiempo ordinario


Carta II de San Pablo a los Corintios 5,14-21.


El amor de Cristo nos urge, al considerar que si él murió por todos, entonces todos han muerto.
El murió por todos, para que los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para él, que por ellos murió y resucitó.
Así que nosotros no miramos ya a nadie con criterios humanos; aun en el caso de que hayamos conocido a Cristo personalmente, ahora debemos mirarlo de otra manera.
Toda persona que está en Cristo es una creación nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha llegado.
Todo eso es obra de Dios, que nos reconcilió con él en Cristo y que a nosotros nos encomienda el mensaje de la reconciliación.
Pues en Cristo Dios estaba reconciliando el mundo con él; ya no tomaba en cuenta los pecados de los hombres, sino que a nosotros nos entregaba el mensaje de la reconciliación.
Nos presentamos, pues, como embajadores de Cristo, como si Dios mismo les exhortara por nuestra boca. En nombre de Cristo les rogamos: ¡déjense reconciliar con Dios!
Dios hizo cargar con nuestro pecado al que no cometió pecado, para que así nosotros participáramos en él de la justicia y perfección de Dios.






Salmo 103(102),1-2.3-4.8-9.11-12.


Bendice al Señor, alma mía, alabe todo mi ser su santo Nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
El perdona todas tus ofensas y te cura de todas tus dolencias.
El rescata tu vida de la tumba, te corona de amor y de ternura.

El Señor es ternura y compasión, lento a la cólera y lleno de amor;
si se querella, no es para siempre, si guarda rencor, es sólo por un rato.
Cuanto se alzan los cielos sobre la tierra tan alto es su amor con los que le temen.
Como el oriente está lejos del occidente así aleja de nosotros nuestras culpas.






Evangelio según San Mateo 5,33-37.








Ustedes han oído lo que se dijo a sus antepasados: «No jurarás en falso, y cumplirás lo que has jurado al Señor.»
Pero yo les digo: ¡No juren! No juren por el cielo, porque es el trono de Dios;
ni por la tierra, que es la tarima de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del Gran Rey.
Tampoco jures por tu propia cabeza, pues no puedes hacer blanco o negro ni uno solo de tus cabellos.
Digan sí cuando es sí, y no cuando es no; cualquier otra cosa que se le añada, viene del demonio.



Leer el comentario del Evangelio por : San [Padre] Pio de Pietrelcina
“Que vuestro sí sea sí” (Sant 5,12)


No sabes lo que la obediencia es capaz de producir por un sí, por un simple sí...”Que se haga en mí según tu palabra”—María se convierte en madre de Dios. Diciendo su sí se declara esclava del Señor y conserva intacta su virginidad, tan estimada por ella misma y por Dios. Por este sí de María, el mundo obtiene la salvación, la humanidad es rescatada. Entonces, procuremos nosotros también cumplir la voluntad de Dios y digamos sí todos los días al Señor...

    Que María haga florecer en tu alma nuevas virtudes y que te guarde. Ella es el mar que hay que atravesar para llegar a las costas esplendorosas de la eternidad. Permanece, pues, siempre con Ella... Apóyate en la cruz de Cristo, a ejemplo de María. Encontrarás un gran alivio fortaleza. María permaneció, de pie, bajo la cruz, junto a su Hijo crucificado. En ningún momento, Jesús la amó tanto como en aquel trance de sufrimientos inexplicables.



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EL SERMÓN DE LA MONTAÑA

SAN MATEO,  CAPÍTULO 5

 

Las Bienaventuranzas

Lucas 6, 20-23



5:1 Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.

5:2 Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:

5:3 "Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

5:4 Felices los afligidos, porque serán consolados. Isaías 61, 2

5:5 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Salmo 37, 11

5:6 Felices los que tienen hambre y sed Isaías 55, 1-2 Apocalipsis 21, 6 Apocalipsis 22, 17 de justicia, porque serán saciados.

5:7 Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.

5:8 Felices los que tienen el corazón puro, Salmo 24, 4 porque verán a Dios.

5:9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.

5:10 Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, 1 Pedro 3, 14 porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

5:11 Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. 1 Pedro 4, 14 Lucas 6, 22

5:12 Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas 2 Crónicas 36, 16 Lucas 6, 23 Hechos 7, 52 que los precedieron.



La sal de la tierra y la luz del mundo

Marcos 9, 49-50 / Lucas 14, 34-35



5:13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. Marcos 9, 50 Lucas 14, 34-35

5:14 Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Juan 8, 12 Juan 9, 5

5:15 Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero Marcos 4, 21 Lucas 8, 16 Lucas 11, 33 para que ilumine a todos los que están en la casa.

5:16 Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo. 1 Pedro 2, 12



Jesús y la Ley

Lucas 16, 16-17



5:17 No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.

5:18 Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. Lucas 16, 17

5:19 El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.

5:20 Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.



El homicidio

Lucas 12, 58-59



5:21 Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, Génesis 9, 6 Éxodo 20, 13 Levítico 24, 17 Deuteronomio 5, 17 Mateo 19, 18 Marcos 10, 19 Lucas 18, 20 Romanos 13, 9 Santiago 2, 11 y el que mata, será condenado por el tribunal.

5:22 Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, será condenado por el tribunal. Y todo aquel que lo insulta, será castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, será condenado a la Gehena de fuego.

5:23 Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti,

5:24 deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.

5:25 Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.

5:26 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.



El adulterio y divorcio

Mateo 5, 31-32 / Mateo 19, 1-9 / Marcos 9, 43-47; Marcos 10, 1-12 / Lucas 16, 18



5:27 Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. Éxodo 20, 14 Levítico 18, 20 Levítico 20, 10 Deuteronomio 5, 18 Mateo 19, 18 Marcos 10, 19 Lucas 18, 20 Romanos 13, 9 Santiago 2, 11

5:28 Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.

5:29 Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. Mateo 18, 9 Marcos 9, 47

5:30 Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. Mateo 18, 8 Marcos 9, 43



El divorcio

Mateo 5, 27-30 / Mateo 19, 1-9 / Marcos 9, 43-47; Marcos 10, 1-12 / Lucas 16, 18



5:31 También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio. Deuteronomio 24, 1 Mateo 19, 7 Marcos 10, 4

5:32 Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio. Mateo 19, 9 Marcos 10, 11-12 Lucas 16, 18 1 Corintios 7, 10-11



El juramento

5:33 Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor. Éxodo 20, 7 Levítico 19, 12 Números 30, 3 Deuteronomio 5, 11 Deuteronomio 23, 22-24 Jueces 11, 35

5:34 Pero yo les digo que no juren de ningún modo: Santiago 5, 12 ni por el cielo, porque es el trono de Dios; Isaías 66, 1 Mateo 23, 22

5:35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; Isaías 66, 1 ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. Salmo 48, 3

5:36 No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos.

5:37 Cuando ustedes digan "sí", que sea sí, y cuando digan "no", que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.



La ley del talión

Lucas 6, 27-35



5:38 Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Éxodo 21, 24 Levítico 24, 19 Deuteronomio 19, 21

5:39 Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.

5:40 Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;

5:41 y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.

5:42 Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.



El amor a los enemigos

Lucas 6, 27-35



5:43 Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Levítico 19, 18 Mateo 19, 19 Mateo 22, 39 Marcos 12, 31 Lucas 10, 27 Romanos 13, 9 Gálatas 5, 14 Santiago 2, 8

5:44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;

5:45 así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir su sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.

5:46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?

5:47 Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?

5:48 Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo. Deuteronomio 18, 13



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