lunes 22 2015

'' NO JUZGUÉIS, PARA QUE NO SEÁIS JUZGADOS ''

Día litúrgico: Lunes XII del tiempo ordinario





Texto del Evangelio (Mt 7,1-5):
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: ‘Deja que te saque la brizna del ojo’, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano».

Comentario: Rev. D. Jordi POU i Sabater (Sant Jordi Desvalls, Girona, España)


«Con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá»


Hoy, el Evangelio me ha recordado las palabras de la Mariscala en El caballero de la Rosa, de Hug von Hofmansthal: «En el cómo está la gran diferencia». De cómo hagamos una cosa cambiará mucho el resultado en muchos aspectos de nuestra vida, sobre todo, la espiritual.

Jesús dice: «No juzguéis, para que no seáis juzgados» (Mt 7,1). Pero Jesús también había dicho que hemos de corregir al hermano que está en pecado, y para eso es necesario haber hecho antes algún tipo de juicio. San Pablo mismo en sus escritos juzga a la comunidad de Corinto y san Pedro condena a Ananías y a su esposa por falsedad. A raíz de esto, san Juan Crisóstomo justifica: «Jesús no dice que no hemos de evitar que un pecador deje de pecar, hemos de corregirlo sí, pero no como un enemigo que busca la venganza, sino como el médico que aplica un remedio». El juicio, pues, parece que debiera hacerse sobre todo con ánimo de corregir, nunca con ánimo de venganza.

Pero todavía más interesante es lo que dice san Agustín: «El Señor nos previene de juzgar rápida e injustamente (...). Pensemos, primero, si nosotros no hemos tenido algún pecado semejante; pensemos que somos hombres frágiles, y [juzguemos] siempre con la intención de servir a Dios y no a nosotros». Si cuando vemos los pecados de los hermanos pensamos en los nuestros, no nos pasará, como dice el Evangelio, que con una viga en el ojo queramos sacar la brizna del ojo de nuestro hermano (cf. Mt 7,3).

Si estamos bien formados, veremos las cosas buenas y las malas de los otros, casi de una manera inconsciente: de ello haremos un juicio. Pero el hecho de mirar las faltas de los otros desde los puntos de vista citados nos ayudará en el cómo juzguemos: ayudará a no juzgar por juzgar, o por decir alguna cosa, o para cubrir nuestras deficiencias o, sencillamente, porque todo el mundo lo hace. Y, para acabar, sobre todo tengamos en cuenta las palabras de Jesús: «Con la medida con que midáis se os medirá» (Mt 7,2).


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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

CAPÍTULO 7



La benevolencia para juzgar
Lucas 6, 36-42

7:1 No juzguen, para no ser juzgados. Lucas 6, 37 Romanos 2, 1
7:2 Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes. Marcos 4, 24 Lucas 6, 38
7:3 ¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?
7:4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Deja que te saque la paja de tu ojo", si hay una viga en el tuyo?
7:5 Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.

El respeto por las cosas sagradas
7:6 No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.

La eficacia de la oración
Lucas 11, 9-13

7:7 Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.
7:8 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
7:9 ¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra?
7:10 ¿O si le pide un pez, le da una serpiente?
7:11 Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el cielo dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!

El resumen de la Ley
Lucas 6, 31

7:12 Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: Lucas 6, 31 en esto consiste la Ley y los Profetas.

El camino de la Vida
Lucas 13, 24

7:13 Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí.
7:14 Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.

Los falsos profetas
Mateo 12, 33-35 / Lucas 6, 43-44

7:15 Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
7:16 Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?
7:17 Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos.
7:18 Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos.
7:19 Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego. Mateo 3, 10 Lucas 3, 9
7:20 Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán. Mateo 12, 33 Lucas 6, 44

Los auténticos discípulos de Jesús
Lucas 6, 46 / Lucas 13, 26-27

7:21 No son los que me dicen: "Señor, Señor", los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
7:22 Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?".
7:23 Entonces yo les manifestaré: "Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal". Salmo 6, 9 Lucas 13, 27

Necesidad de practicar la Palabra de Dios
Lucas 6, 47-49

7:24 Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca.
7:25 Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.
7:26 Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena.
7:27 Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande".

Conclusión
Marcos 1, 21-22 / Lucas 4, 31-32

7:28 Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza,
7:29 porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas. Marcos 1, 22 Lucas 4, 32


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