domingo 06 2015

" TODO LO HA HECHO BIEN; HACE OÍR A LOS SORDOS Y HABLAR A LOS MUDOS "

Día litúrgico: Domingo XXIII (B) del tiempo ordinario






Texto del Evangelio (Mc 7,31-37): En aquel tiempo, Jesús se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan que imponga la mano sobre él. Él, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá», que quiere decir: “¡Ábrete!”. Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. Y se maravillaban sobremanera y decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos».


«Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan que imponga la mano sobre él»


Pbro. Fernando MIGUENS Dedyn
(Buenos Aires, Argentina)


Hoy, la liturgia nos lleva a la contemplación de la curación de un hombre «sordo que, además, hablaba con dificultad» (Mc 7,32). Como en muchas otras ocasiones (el ciego de Betsaida, el ciego de Jerusalén, etc.), el Señor acompaña el milagro con una serie de gestos externos. Los Padres de la Iglesia ven resaltada en este hecho la participación mediadora de la Humanidad de Cristo en sus milagros. Una mediación que se realiza en una doble dirección: por un lado, el “abajamiento” y la cercanía del Verbo encarnado hacia nosotros (el toque de sus dedos, la profundidad de su mirada, su voz dulce y próxima); por otro lado, el intento de despertar en el hombre la confianza, la fe y la conversión del corazón.

En efecto, las curaciones de los enfermos que Jesús realiza van mucho más allá que el mero paliar el dolor o devolver la salud. Se dirigen a conseguir en los que Él ama la ruptura con la ceguera, la sordera o la inmovilidad anquilosada del espíritu. Y, en último término, una verdadera comunión de fe y de amor.

Al mismo tiempo vemos cómo la reacción agradecida de los receptores del don divino es la de proclamar la misericordia de Dios: «Cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban» (Mc 7,36). Dan testimonio del don divino, experimentan con hondura su misericordia y se llenan de una profunda y genuina gratitud.

También para todos nosotros es de una importancia decisiva el sabernos y sentirnos amados por Dios, la certeza de ser objeto de su misericordia infinita. Éste es el gran motor de la generosidad y el amor que Él nos pide. Muchos son los caminos por los que este descubrimiento ha de realizarse en nosotros. A veces será la experiencia intensa y repentina del milagro y, más frecuentemente, el paulatino descubrimiento de que toda nuestra vida es un milagro de amor. En todo caso, es preciso que se den las condiciones de la conciencia de nuestra indigencia, una verdadera humildad y la capacidad de escuchar reflexivamente la voz de Dios.



www.evangeli.net





  
















EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

CAPÍTULO 7



Discusión sobre las tradiciones
Mateo 15, 1-9

7:1 Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús,
7:2 y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar.
7:3 Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados;
7:4 y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce.
7:5 Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?"
7:6 Él les respondió: "¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice:
Este pueblo me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí. Isaías 29, 13 Mateo 15, 8-9
7:7 En vano me rinde culto:
las doctrinas que enseñan
no son sino preceptos humanos. Isaías 29, 13 Mateo 15, 8
7:8 Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres".
7:9 Y les decía: "Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios.
7:10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, Éxodo 20, 12 Levítico 19, 3 Deuteronomio 5, 16 Deuteronomio 27, 16 Ezequiel 22, 7 Mateo 15, 4 Mateo 19, 19 Marcos 10, 19 Lucas 18, 20 Efesios 6, 2 y además: El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte. Éxodo 21, 17 Levítico 20, 9 Mateo 15, 4
7:11 En cambio, ustedes afirman: "Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro corbán —es decir, ofrenda sagrada— todo aquello con lo que podría ayudarte...".
7:12 En ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre.
7:13 Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como estas, hacen muchas otras cosas!"

La enseñanza sobre lo puro y lo impuro
Mateo 15, 10-20

7:14 Y Jesús, llamando otra vez a la gente, les dijo: "Escúchenme todos y entiéndanlo bien.
7:15 Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre.
7:16 ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!"
7:17 Cuando se apartó de la multitud y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron por el sentido de esa parábola.
7:18 Él les dijo: "¿Ni siquiera ustedes son capaces de comprender? ¿No saben que nada de lo que entra de afuera en el hombre puede mancharlo,
7:19 porque eso no va al corazón sino al vientre, y después se elimina en lugares retirados?" Así Jesús declaraba que eran puros todos los alimentos.
7:20 Luego agregó: "Lo que sale del hombre es lo que lo hace impuro.
7:21 Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios,
7:22 los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino.
7: 23 Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al hombre".

LA ACTIVIDAD DE JESÚS FUERA DE GALILEA

Curación de la hija de una cananea
Mateo 15, 21-28

7:24 Después Jesús partió de allí y fue a la región de Tiro. Entró en una casa y no quiso que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer oculto.
7:25 En seguida una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies.
7:26 Esta mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio.
7:27 Él le respondió: "Deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros".
7:28 Pero ella le respondió: "Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos".
7:29 Entonces él le dijo: "A causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija".
7:30 Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio.

Curación de un sordomudo
7:31 Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.
7:32 Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos.
7:33 Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua.
7:34 Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: "Efatá", que significa: "Ábrete".
7:35 Y en seguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
7:36 Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban
7:37 y, en el colmo de la admiración, decían: "Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos".



www.vicariadepastoral.org.mx


No hay comentarios :

Publicar un comentario

Traducir este sitio a tu idioma