Por
Mons. Jorge de los Santos
María de Nazaret fue escogida por Dios para ser madre de su hijo nuestro Señor Jesucristo y Jesús escogió a María para que ella fuera Madre nuestra cuando se encontraba a los pies de la Cruz. Su nombre es María y desde entonces ella se hace presente de diferentes maneras y en diferentes tiempos a sus hijos.
Las advocaciones son un título, referencia o nombre aludido que se otorga a un lugar, figura, imagen o recuerdo. Literalmente indica el “modo de llamar” o designar. Por ejemplo, los católicos solemos “llamar o advocar” a la Virgen María, Madre de Dios, de distintas maneras, según el lugar dónde esté instalada la devoción, o según la circunstancia, si es una aparición o si se la nombra patrona. Esto no quiere decir que haya multitud de vírgenes a quienes se le considera la madre de Dios. La Virgen es una sola, María, así como en la Biblia solemos encontrar distintas advocaciones para referirse por ejemplo a Jesús y no por ello significa que haya distintos “jesuses”. Algunos de los nombres para designar a Jesús son: El buen pastor (Jn 10,11); Cristo – Hijo de Dios (Mt 16,16 ); Cordero de Dios (Jn 1,29); Alfa y omega (Apo 22,13), etc.
Así también sucede con nuestra Madre, a pesar de ser una sola, se le otorgan distintos nombres de acuerdo al lugar de devoción, aparición o patronazgo.
Dentro de las advocaciones marianas, existen dos tipos:
Las de carácter místico, relativas a dones, misterios, actos sobrenaturales o fenómenos milagrosos de la Virgen, como Anunciación, Asunción, Presentación.
Las apariciones terrenales, que en muchos casos han dado lugar a la construcción de santuarios dedicados a la Virgen.
He aquí algunos ejemplos de advocaciones originadas por algunas de sus apariciones:
– Virgen del Pilar (María del Pilar) en España. María se apareció al apóstol Santiago en el año 40 en un pilar.
– Virgen del Rosario (María del Rosario). María se apareció a Santo Domingo de Guzmán para promover el rezo del Rosario.
– Virgen del Carmen (María del Carmen). María se apareció a San Simón Stock superior general de la orden del carmelo, a quien le entregó sus hábitos y el escapulario, principal signo del culto mariano carmelita.
– Virgen de Guadalupe (María de Guadalupe). María se apareció al indio San Juan Diego en la ciudad de México y realiza el milagro más grande de evangelización que jamás se haya conocido, la conversión inmediata de millones de indígenas del Nuevo Mundo.
– Nuestra Señora de Lourdes (María de Lourdes). María se aparece a Santa Bernardette en Lourdes, Francia. Importancia de la conversión y de la confianza en Dios.
– Nuestra Señora de Fátima (María de Fátima). María se aparece a Lucía y a los santos Jacinta y Francisco en Fátima, Portugal.
Advocaciones marianas de carácter místico, ejemplo:
– La Inmaculada Concepción: proviene del Dogma de la Inmaculada Concepción que nos dice que María fue concebida sin pecado original.
– María Estrella de la Mañana: Esta advocación se usa por ejemplo en las letanías y significa que, así como la estrella de la mañana brilla cuando aún está oscuro, al mismo tiempo anuncia la inminente llegada del día, así María es la luz (estrella) que anuncia la llegada de Jesucristo nuestro Señor (luz del mundo).
– María Auxiliadora. María, quien por su poder de intercesión ante su Hijo Jesucristo viene en auxilio especialmente de sus hijos que sufren aquí en la tierra.
– María Madre de la Iglesia. Si la Iglesia es el cuerpo místico de Cristo y Cristo es su Cabeza, si María es madre de Cristo es también Madre de su cuerpo, entonces María es madre de la Iglesia
Y podríamos seguir con una lista interminable de ejemplos de las advocaciones de María Madre de Jesucristo y Madre, ella es la misma Virgen María de Nazaret.
Fuente : www.elpueblocatolico.org
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