Lucas 13,31-35 presenta una combinación de valentía de Jesús frente a la amenaza de Herodes y un conmovedor lamento por la resistencia de Jerusalén a su mensaje. Este pasaje destaca la determinación de Jesús de cumplir su misión divina a pesar del peligro, su compasión por su pueblo y la ironía de que los profetas sean perseguidos en la ciudad santa.
Texto bíblico de Lucas 13,31-35
Según el texto, algunos fariseos advirtieron a Jesús que Herodes quería matarlo. Jesús respondió llamando a Herodes "zorro" y afirmando que continuaría expulsando demonios y realizando curaciones, con su obra consumada al tercer día. Subrayó que debía seguir su camino, ya que un profeta no podía morir fuera de Jerusalén. Luego, lamentó sobre Jerusalén, que mata a los profetas y apedrea a los enviados, expresando su deseo de haber reunido a sus hijos como una gallina a sus polluelos, pero ellos no quisieron. Declaró que su casa quedaría abandonada y que no lo verían de nuevo hasta que dijeran: «¡Bendito el que viene en nombre del Señor!».
Interpretación y contexto
Este pasaje se divide en dos secciones principales:
1. La respuesta a Herodes
Jesús es advertido por algunos fariseos sobre la intención de Herodes Antipas de matarlo. Jesús responde llamando a Herodes "zorro", lo que se interpreta como una burla a su astucia y falta de poder real. Jesús muestra su determinación al afirmar que continuará con su misión de expulsar demonios y sanar, indicando que su obra se consumará según el plan divino. También destaca la ironía de que su destino sea Jerusalén, el lugar donde mueren los profetas.
2. El lamento por Jerusalén
El pasaje concluye con el lamento de Jesús por Jerusalén, que ha rechazado a los profetas. Su dolor se compara con el de una gallina que intenta proteger a sus polluelos. Advierte que la ciudad quedará abandonada como consecuencia de su rechazo. Finalmente, predice que no lo verán de nuevo hasta que lo reconozcan y digan: «¡Bendito el que viene en nombre del Señor!».
Temas principales
Los temas clave incluyen la soberanía divina de Jesús frente a la amenaza humana de Herodes, mostrando que su misión sigue un plan divino. También se resalta la profunda compasión de Jesús por Jerusalén a pesar de su rechazo, revelando su amor y deseo de proteger a su pueblo. El pasaje también aborda el juicio que vendrá sobre Jerusalén por rechazar el mensaje, pero deja una puerta abierta a la esperanza de un futuro reconocimiento del Mesías.
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