viernes 10 2010

EL EVANGELIO DEL DIA 3 DE DICIEMBRE DE 2010

Primera Lectura (Lectio Divina)
Isaías 29, 17-24
Esto dice el Señor:
"¿Acaso no está el Líbano
a punto de convertirse en un vergel
y el vergel en un bosque?

Aquel día los sordos oirán las palabras de un libro;
los ojos de los ciegos verán sin tinieblas ni oscuridad;
los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor
y los pobres se gozarán en el Santo de Israel;
porque ya no habrá opresores
y los altaneros habrán sido exterminados.
Serán aniquilados los que traman iniquidades,
los que con sus palabras echan la culpa a los demás,
los que tratan de enredar a los jueces
y sin razón alguna hunden al justo".

Esto dice a la casa de Jacob
el Señor que rescató a Abraham:
"Ya no se avergonzará Jacob,
ya no se demudará su rostro,
porque al ver mis acciones en medio de los suyos,
santificará mi nombre,
santificará al Santo de Jacob
y temerá al Dios de Israel.
Los extraviados de espíritu entrarán en razón
y los inconformes aceptarán la enseñanza".


+ Meditatio

Cuando todo a nuestro alrededor parecería perder sentido, cuando los problemas de la vida parecerían oscurecer nuestra existencia, el Señor nos hace ver que él es nuestra salvación. Estos versículos de Isaías, vividos cuando la alianza con Egipto ha fracasado, cuando los líderes religiosos se han corrompido y el poder público no da ninguna muestra de alivio, el profeta le recuerda al pueblo que Dios es su victoria. Nuestra preparación a la Navidad, a la fiesta en la cual el Dios que salva se hace hombre, debe forzosamente incluir una vitalización de nuestra fe en el Dios que no nos abandona, para el cual no existen las tinieblas ni la oscuridad, para Aquel que no existe la palabra “imposible”. Confía tu vida al Señor, él —y sólamente él— es tu salvación, tu roca, tu refugio y fortaleza.


+ Oratio

Señor mío, con la fuerza de tu Espíritu extermina la altanería de mi corazón, haz que mis oídos sordos oigan las palabras de tu santo libro; que mis ojos ciegos vean sin tinieblas ni oscuridad; que mi mente oprimida vuelva a alegrarse en ti, Señor, y que en mis pobrezas pueda gozarme en ti, el Santo de Israel.


+ Operatio

Hoy observaré qué tanto me estoy permitiendo experimentar a Dios con todos mis sentidos, especialmente, qué tanto cuido lo que oigo, lo que veo y lo que pienso.


Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.


EL EVANGELIO DEL DIA 3 DE DICIEMBRE DE 2010
Mateo 9, 27-31
Cuando Jesús salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos, que gritaban: "¡Hijo de David, compadécete de nosotros!" Al entrar Jesús en la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: "¿Creen que puedo hacerlo?" Ellos le contestaron: "Sí, Señor". Entonces les toco los ojos, diciendo: "Que se haga en ustedes conforme a su fe". Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: "Que nadie lo sepa". Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región.


+ Reflexión

La gente de hoy vive angustiada porque no ha sabido distinguir los límites de su acción. No sabe dejar a Dios actuar. Y esto se debe, principalmente, a una gran falta de fe. La pregunta fundamental que llevará a la realización del milagro en este pasaje es la que Jesús les formula a los ciegos: ¿Creen que puedo hacerlo? El hombre, cuando se encuentra en dificultad y recurre a Dios, muchas veces no considera la posibilidad de que Dios pueda actuar PODEROSAMENTE en su vida. El Resultado: Que se realice conforme a tu fe.

Pidamos al Señor que aumente nuestra fe… Muchas cosas en nuestra vida cambiarán con la dependencia de Dios.


Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

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