Primera Lectura (Lectio Divina)
Malaquías 3, 1-4
Esto dice el Señor: "He aquí que yo envío a mi mensajero. Él preparará el camino delante de mí. De improviso entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza a quien ustedes desean. Miren: Ya va entrando, dice el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién quedará en pie cuando aparezca? Será como fuego de fundición, como la lejía de los lavanderos. Se sentará como un fundidor que refina la plata; como a la plata y al oro, refinará a los hijos de Leví y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos".
+ Meditatio
Para que el proyecto de amor de Dios para el hombre se realice ha necesitado siempre de la mediación humana, de hombres y mujeres que con generosidad quieran ser "sus mensajeros". San Pablo, en la Carta a los Romanos, dice: "¿Cómo creerán en aquel a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique?"
Nuestro mundo moderno necesita hoy como siempre de profetas, de hombres y mujeres que, seducidos por la verdad del Evangelio, lo anuncien con su palabra y lo hagan presente con su vida. Tú y yo somos esos mensajeros cuya luz debe brillar pues es a través de ti y de mí como Dios será conocido y amado. Nuestro testimonio y el anuncio explícito del Evangelio son el camino para que el mundo se convierta y crea en Cristo.
Haz manifiesto tu amor a Jesús delante de los demás. Cuelga un cuadrito en tu oficina, pon una calcomanía en tus cuadernos, en tu automóvil, de manera que cuando alguien te pregunte, puedas dar razón de tu fe y ésto lleve a que más hermanos se encuentren con Cristo, con su amor y su misericordia. Jesús cuenta contigo.
+ Oratio
Señor Jesús, es necesario que tu nombre sea conocido; hoy el mundo sufre de injusticia, de violencia, de falta de amor... si tan sólo te conocieran... pero, ¿cómo te van a conocer si yo no les he hablado de ti?
+ Operatio
Hoy, con mis obras, daré testimonio de ser un verdadero cristiano, y si me preguntan, les diré que "es Cristo quien vive en mí".
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
El Evangelio de hoy
Lucas 1, 57-66
Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles: "No. Su nombre será Juan". Ellos le decían: "Pero si ninguno de tus parientes se llama así".
Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamara el niño. El pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre". Todos se quedaron extrañados. En ese momento a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir a Dios.
Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados: "¿Qué va a ser de este niño?" Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba con él.
+ Reflexión
El Evangelio de hoy nos presenta la gran alegría que trajo para toda la comarca el nacimiento de Juan el Bautista, el Precursor. Si algo le está haciendo falta hoy al mundo es esta "alegría" que nace del corazón. Es necesario que cada uno de nosotros nos convirtamos en el instrumento de Dios para que la gente se dé cuenta de que la presencia de Cristo en el mundo es una realidad y que él es la única posibilidad que tiene para ser verdaderamente feliz. Nuestra sonrisa, nuestra alegría, nuestra sencillez ante las cosas y el mundo, son la mejor invitación para que el mundo crea. Zacarías, no podía hablar, así que tomo lo que tenía a la mano y así el plan de Dios continuó adelante; y nos dice que en ese momento todos se "maravillaron".
Que estos últimos días antes de nuestra fiesta de Navidad, hagamos lo posible para que la gente se sienta invitada a vivir la Navidad con un espíritu diferente, con paz y con amor. Tu puedes ser el instrumento para que Dios llegue a los corazones.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
Malaquías 3, 1-4
Esto dice el Señor: "He aquí que yo envío a mi mensajero. Él preparará el camino delante de mí. De improviso entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza a quien ustedes desean. Miren: Ya va entrando, dice el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién quedará en pie cuando aparezca? Será como fuego de fundición, como la lejía de los lavanderos. Se sentará como un fundidor que refina la plata; como a la plata y al oro, refinará a los hijos de Leví y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos".
+ Meditatio
Para que el proyecto de amor de Dios para el hombre se realice ha necesitado siempre de la mediación humana, de hombres y mujeres que con generosidad quieran ser "sus mensajeros". San Pablo, en la Carta a los Romanos, dice: "¿Cómo creerán en aquel a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique?"
Nuestro mundo moderno necesita hoy como siempre de profetas, de hombres y mujeres que, seducidos por la verdad del Evangelio, lo anuncien con su palabra y lo hagan presente con su vida. Tú y yo somos esos mensajeros cuya luz debe brillar pues es a través de ti y de mí como Dios será conocido y amado. Nuestro testimonio y el anuncio explícito del Evangelio son el camino para que el mundo se convierta y crea en Cristo.
Haz manifiesto tu amor a Jesús delante de los demás. Cuelga un cuadrito en tu oficina, pon una calcomanía en tus cuadernos, en tu automóvil, de manera que cuando alguien te pregunte, puedas dar razón de tu fe y ésto lleve a que más hermanos se encuentren con Cristo, con su amor y su misericordia. Jesús cuenta contigo.
+ Oratio
Señor Jesús, es necesario que tu nombre sea conocido; hoy el mundo sufre de injusticia, de violencia, de falta de amor... si tan sólo te conocieran... pero, ¿cómo te van a conocer si yo no les he hablado de ti?
+ Operatio
Hoy, con mis obras, daré testimonio de ser un verdadero cristiano, y si me preguntan, les diré que "es Cristo quien vive en mí".
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
El Evangelio de hoy
Lucas 1, 57-66
Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles: "No. Su nombre será Juan". Ellos le decían: "Pero si ninguno de tus parientes se llama así".
Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamara el niño. El pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre". Todos se quedaron extrañados. En ese momento a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir a Dios.
Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados: "¿Qué va a ser de este niño?" Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba con él.
+ Reflexión
El Evangelio de hoy nos presenta la gran alegría que trajo para toda la comarca el nacimiento de Juan el Bautista, el Precursor. Si algo le está haciendo falta hoy al mundo es esta "alegría" que nace del corazón. Es necesario que cada uno de nosotros nos convirtamos en el instrumento de Dios para que la gente se dé cuenta de que la presencia de Cristo en el mundo es una realidad y que él es la única posibilidad que tiene para ser verdaderamente feliz. Nuestra sonrisa, nuestra alegría, nuestra sencillez ante las cosas y el mundo, son la mejor invitación para que el mundo crea. Zacarías, no podía hablar, así que tomo lo que tenía a la mano y así el plan de Dios continuó adelante; y nos dice que en ese momento todos se "maravillaron".
Que estos últimos días antes de nuestra fiesta de Navidad, hagamos lo posible para que la gente se sienta invitada a vivir la Navidad con un espíritu diferente, con paz y con amor. Tu puedes ser el instrumento para que Dios llegue a los corazones.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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