martes 31 2012

EXPLÍCANOS LA PARÁBOLA DE LA CIZAÑA DEL CAMPO


Jeremías 14, 17-22


Mis ojos se deshacen en lágrimas, día y noche no cesan: por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo, una herida de fuertes dolores.


Salgo al campo: muertos a espada; entro en la ciudad: desfallecidos de hambre; tanto el profeta como el sacerdote vagan sin sentido por el país.


¿Por qué has rechazado del todo a Judá? ¿Tiene asco tu garganta de Sión? ¿Por qué nos has herido sin remedio? Se espera la paz, y no hay bienestar, al tiempo de la cura sucede la turbación.


Señor, reconocemos nuestra impiedad, la culpa de nuestros padres, porque pecamos contra ti. No nos rechaces, por tu nombre, no desprestigies tu trono glorioso; recuerda y no rompas tu alianza con nosotros. ¿Existe entre los ídolos de los gentiles quien dé la lluvia? ¿Soltarán los cielos aguas torrenciales? ¿No eres, Señor, Dios nuestro, nuestra esperanza, porque tú lo hiciste todo?




Salmo 78




No recuerdes contra nosotros / las culpas de nuestros padres; / que tu compasión nos alcance pronto, / pues estamos agotados. R.


Socórrenos, Dios, salvador nuestro, / por el honor de tu nombre; / líbranos y perdona nuestros pecados / a causa de tu nombre. R.


Llegue a tu presencia el gemido del cautivo: / con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte. / Mientras, nosotros, pueblo tuyo, / ovejas de tu rebaño, / te daremos gracias siempre, / contaremos tus alabanzas / de generación en generación. R.




Mateo 13, 36-43


En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: "Acláranos la parábola de la
cizaña en el campo". El les contestó: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su Reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga"




COMENTARIO




1. Testimonio de Arrepentimiento


1.1 La Biblia es tan completa que nos enseña no sólo cómo sucede la desgracia entre las desgracias, que es el hecho de pecar, sino también cómo el amor de Dios va haciendo su obra sacándonos de la desgracia e introduciéndonos en la gracia. El comienzo de esa obra se llama arrepentimiento.


1.2 Jeremías, el que es llamado "profeta de desgracias," es también en este sentido el gran profeta que apunta hacia la gracia. Su palabra es tan vigorosa en mostrar la seriedad del pecado humano como la seriedad del amor divino, que no es más terco el hombre en pecar que Dios en perdonar. Por eso hoy el profeta nos enseña a orar, juntando la humildad con la confianza, y la verdad de la miseria que es tan propia nuestra con la verdad de la misericordia que es tan propia de nuestro Dios.


1.3 Importante también en este sentido cómo la conversión es un acto de afirmación de la soberanía de Dios. Más importante que proclamar cuán poco somos es el anunciar que él es el único y verdadero, y que todas nuestras búsquedas idolátricas son mentira y falsedad. Lo central del arrepentimiento entonces es el amor que restaura en su lugar único al Dios que merece toda la gloria.

2. Una Visión del Ultimo Día

2.1 El evangelio, por su parte, nos ofrece una visión del día final. Con los símbolos propios de la apocalíptica de su tiempo, Jesús nos habla de una gran "cosecha" en que el fruto verdadero (trigo) es por fin puesto aparte de lo que parecía trigo sin serlo (cizaña). El juicio es el tiempo de la verdad; es lo primero que hemos de saber y recordar.


2.2 Es interesante notar quiénes son los condenados: son los agentes de iniquidad (los malvados, cosa que podíamos imaginar), y son también los que ponen tropiezos o son tropiezo para los otros (los que causan "escándalo", según la palabra tradicional). Esto nos enseña que es por lo menos tan grave ocultar el bien como hacer el mal.


2.3 Podemos preguntarnos por ese fuego eterno, que para muchos es como un obstáculo para admitir que Dios existe, o por lo menos que un Dios bueno existe. Al respecto, notemos que tal fuego es evidentemente una manera de describir lo que padecerán los condenados. Y dentro de esa lógica del texto notemos también que tal fuego no aparece alimentado por nada distinto de los mismos condenados, es decir, la cizaña misma. Es su misma condición, es su propia opción la que marca ese lugar como lugar de condenación. Infierno es cerrarse perpetua y obstinadamente al amor. Luego es muy fácil vencer al infierno y librarse de él: basta con abrirse al amor que Dios ofrece y creer en su oferta de gracia que nos salva.




www.fraynelson.com

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Traducir este sitio a tu idioma