viernes 01 2013

ECHA SIMIENTE, DUERME, Y LA SEMILLA VA CRECIENDO SIN QUE ÉL SEPA CÓMO



Hebreos 10,32-39

Hermanos: Recordad aquellos días primeros, cuando, recién iluminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos: ya sea cuando os exponían públicamente a insultos y tormentos, ya cuando os hacíais solidarios de los que así eran tratados. Pues compartisteis el sufrimiento de los encarcelados, aceptasteis con alegría que os confiscaran los bienes, sabiendo que teníais bienes mejores, y permanentes. No renunciéis, pues, a vuestra valentía, que tendrá una gran recompensa. Os falta constancia para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar la promesa. Un poquito de tiempo todavía, y el que viene llegará sin retraso; mi justo vivirá de fe, pero, si se arredra, le retiraré mi favor. Pero nosotros no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombres de fe para salvar el alma.





Salmo 36

Confía en el Señor y haz el bien, / habita tu tierra y practica la lealtad; / sea el Señor tu delicia, / y él te dará lo que pide tu corazón. R.

Encomienda tu camino al Señor, / confía en él, y él actuará: / hará tu justicia como el amanecer, / tu derecho como el mediodía. R.

El Señor asegura los pasos del hombre, / se complace en sus caminos; / si tropieza, no caerá, / porque el Señor lo tiene de la mano. R.

El Señor es quien salva a los justos, / él es su alcázar en el peligro; / el Señor los protege y los libra, / los libra de los malvados y los salva / porque se acogen a él. R.







Marcos 4,26-34
 




En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega."

Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.




COMENTARIO

1. Hombres de fe, destinados a la salvación


1.1 Es hermoso el apelativo que nos regala hoy la Carta a los Hebreos: "hombres de fe, destinados a la salvación". Sin embargo, y esto es igualmente importante, es posible caer de la salvación. Un tema discutido en el mundo protestante pero bien claro en el ámbito católico. La idea de "una vez salvo, siempre salvo" sencillamente no es bíblica.

1.2 Si hubiera que resumir la Carta a los Hebreos en una sola palabra, bien podría ser una exhortación, un grito: "¡Persevera!". Es una recomendación que no sale de la nada sino de la realidad humana que todos llevamos dentro y que nos anega por fuera. Nuestra condición temporal nos hace inevitablemente proclives al cansancio, la duda, la mediocridad, la deserción, la apostasía. Ignorar esto no es resolverlo sino sencillamente eso: ignorarlo.

1.3 Y puesto que el problema es una especie de "lucha contra el tiempo", es maravilloso ver la manera como el autor de este magnífico documento danza con el tiempo. Al fin y al cabo, danzar es darle un ritmo al tiempo, es en cierto modo someterlo a una ley. Y la "danza " de este autor es su modo de apelar al pasado y al futuro, con tino y con gracia, para mover nuestra atención desde el agobio del "hoy" hacia las tonadas profundas y los cantos de fiesta que nos saludan desde el pasado y desde el futuro.

1.4 Hace cantar al pasado recordándoles cómo fueron: " Recuerden aquellos primeros días en que, recién iluminados por el bautismo, soportaron duros y dolorosos combates. Unas veces fueron expuestos públicamente a insultos y tormentos; otras, compartiendo los sufrimientos de los hermanos que eran maltratados. Pues se compadecieron de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que están en posesión de otros bienes mejores y perdurables." Les hace oír los preludios del futuro con estas palabras: " no pierdan la confianza, pues la recompensa es grande. Lo que ahora necesitan es la perseverancia, para cumplir la voluntad de Dios alcanzar lo prometido. Atiendan a lo que dice la Escritura: Pronto, muy pronto, el que ha de venir vendrá sin retraso; y mi justo vivirá por la fe, pero si desconfía, dejará de agradarme. Pero nosotros no somos de los que retroceden para su perdición, sino hombres de fe destinados a salvarnos."

2. Como un grano de mostaza

2.1 Aquel canto carismático, tan difundido, seguramente viene a nuestra memoria. Y es bueno que una canción pueble nuestra mente, si ello nos ayuda a enamorarnos del precioso mensaje de Cristo Jesús.

2.2 El mensaje es sencillo: lo más pequeño puede llegar a ser lo más grande. Sin duda a Cristo le llamaban la atención y quería que nos atrajeran los contrastes: hay primeros que serán últimos; el que se ensalza será humillado; lo pequeño quizá será lo más grande; lo oculto quedará de manifiesto... En todos estos casos el Señor parece exhortarnos a no fiarnos de las apariencias, o quizá más aún: a desconfiar de lo que aparece y buscar el estilo y el plan de Dios en aquello que no aparece, en lo que no se impone por sí mismo ni se hace propaganda a sí mismo.

2.3 Asumir la "lógica del grano de mostaza", entonces, es todo un programa de vida: es pensar que Dios puede decir sus mejores discursos por boca de los que juzgamos torpes, inútiles o poco listos; es amar lo sencillo, lo sobrio y lo discreto, y desconfiar de lo ampuloso, lo prepotente o lo deslumbrante; es cuidar la vida frágil: la del embrión, la del agonizante, la del emigrante; es adorar con las cosas elementales y con la gente que no cuenta; es creer con fe viva que en la Eucaristía está Él. 


 
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SAN MARCOS, CAPÍTULO 4



La parábola del sembrador
Mateo 13, 4-9 / Lucas 8, 4-8

4:1 Jesús comenzó a enseñar de nuevo a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a él, Mateo 13, 1-3 Marcos 3, 7-10 Lucas 5, 1-3 de manera que debió subir a una barca dentro del mar, y sentarse en ella. Mientras tanto, la multitud estaba en la orilla.
4:2 Él les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas, y esto era lo que les enseñaba:
4:3 "¡Escuchen! El sembrador salió a sembrar.
4:4 Mientras sembraba, parte de la semilla cayó al borde del camino, y vinieron los pájaros y se la comieron.
4:5 Otra parte cayó en terreno rocoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida porque la tierra era poco profunda;
4:6 pero cuando salió el sol, se quemó y, por falta de raíz, se secó.
4:7 Otra cayó entre las espinas; estas crecieron, la sofocaron, y no dio fruto.
4:8 Otros granos cayeron en buena tierra y dieron fruto: fueron creciendo y desarrollándose, y rindieron ya el treinta, ya el sesenta, ya el ciento por uno".
4:9 Y decía: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!"

Finalidad de las parábolas
Mateo 13, 10-17 / Lucas 8, 9-10

4:10 Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor de él junto con los Doce, le preguntaban por el sentido de las parábolas.
4:11 Y Jesús les decía: "A ustedes se les ha confiado el misterio del Reino de Dios; en cambio, para los de afuera, todo es parábola,
4:12 a fin de que
miren y no vean,
oigan y no entiendan,
no sea que se conviertan
y alcancen el perdón". Isaías 6, 10 Mateo 13, 14-15 Lucas 8, 10 Juan 12, 40 Hechos 28, 26,27

Explicación de la parábola del sembrador
Mateo 13, 18-23 / Lucas 8, 11-15

4:13 Jesús les dijo: "¿No entienden esta parábola? ¿Cómo comprenderán entonces todas las demás?
4:14 El sembrador siembra la Palabra.
4:15 Los que están al borde del camino, son aquellos en quienes se siembra la Palabra; pero, apenas la escuchan, viene Satanás y se lleva la semilla sembrada en ellos.
4:16 Igualmente, los que reciben la semilla en terreno rocoso son los que, al escuchar la Palabra, la acogen en seguida con alegría;
4:17 pero no tienen raíces, sino que son inconstantes y, en cuanto sobreviene la tribulación o la persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumben.
4:18 Hay otros que reciben la semilla entre espinas: son los que han escuchado la Palabra,
4:19 pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y los demás deseos penetran en ellos y ahogan la Palabra, y esta resulta infructuosa.
4:20 Y los que reciben la semilla en tierra buena, son los que escuchan la Palabra, la aceptan y dan fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno".

El ejemplo de la lámpara
Lucas 8, 16-18 / Lucas 11, 33-36

4:21 Jesús les decía: "¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Mateo 5, 15 Lucas 8, 16 Lucas 11, 33
4:22 Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. Mateo 10, 26 Lucas 8, 17 Lucas 12, 2
4:23 ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!"

El ejemplo de la medida
4:24 Y les decía: "¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, Mateo 7, 2 Lucas 6, 38 y les darán más todavía.
4:25 Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene". Mateo 13, 12 Mateo 25, 29 Lucas 8, 18 Lucas 19, 26

La parábola de la semilla que crece por sí sola
4:26 Y decía: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra:
4:27 sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.
4:28 La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga.
4:29 Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha".

La parábola del grano de mostaza
Mateo 13, 31-32 / Lucas 13, 18-19

4:30 También decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo?
4:31 Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra,
4:32 pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra".

La enseñanza por medio de parábolas
Mateo 13, 34-35

4:33 Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender.
4:34 No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.

La tempestad calmada
Mateo 8, 23-27 / Lucas 8, 22-25

4:35 Al atardecer de ese mismo día, les dijo: "Crucemos a la otra orilla".
4:36 Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya.
4:37 Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua.
4:38 Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal.
4:39 Lo despertaron y le dijeron: "¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?" Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: "¡Silencio! ¡Cállate!" El viento se aplacó y sobrevino una gran calma.
4:40 Después les dijo: "¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?"
4:41 Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?"



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