martes 18 2013

EL AMOR A LOS ENEMIGOS ( Mateo 5, 43 - 48 )

Martes de la undécima semana del tiempo ordinario


Carta II de San Pablo a los Corintios 8,1-9.


Ahora queremos darles a conocer una gracia de Dios con que fueron favorecidas las Iglesias de Macedonia.
A pesar de que han sido tan probadas y perseguidas, su gozo y su extrema pobreza se han convertido en riquezas de generosidad.
Puedo atestiguar que lo hicieron según sus medios, e incluso por encima de sus medios; espontáneamente
nos recordaban, y con mucha insistencia, esa iniciativa generosa y ese compartir que es la ayuda a los santos.
Superaron todas nuestras expectativas, y Dios quiso que se pusieran ellos mismos a disposición nuestra y del Señor.
Por eso rogué a Tito que, habiendo él comenzado entre ustedes esta obra de caridad, la llevara también a cabo.
Y ustedes que sobresalen en todo: en dones de fe, de palabra y de conocimiento, en entusiasmo, sin hablar del amor que me profesan, traten de sobresalir también en esta obra de generosidad.
No es una orden, sino que sólo me baso en la generosidad de otros para ver si ustedes aman de verdad.
Ya conocen la generosidad de Cristo Jesús, nuestro Señor, que, siendo rico, se hizo pobre por ustedes para que su pobreza los hiciera ricos.





Salmo 146(145),2.5-6.7.8-9a.


Mientras viva yo quiero alabar al Señor,
quiero salmodiar para el Señor mientras exista.
Dichoso aquel que al Dios de Jacob
tiene de ayuda
y pone su esperanza en el Señor, su Dios,

en el que hizo los cielos y la tierra,
el mar y todo cuanto ellos encierran.
El su lealtad conserva siempre,
y su justicia da a los oprimidos,
proporciona su pan a los hambrientos.
El Señor deja libres a los presos.

el Señor da la vista a los ciegos,
el Señor endereza a los encorvados,
el Señor ama a los justos;
da el Señor protección al forastero,
y reanima al huérfano y a la viuda,
mas desvía el camino de los malvados.





Evangelio según San Mateo 5,43-48.







Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.»
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores,
para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen.
Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así.
Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo.




Leer el comentario del Evangelio por : Santa Teresa del Niño Jesús
El amor a los enemigos

 

Hay en la comunidad una hermana que tiene el don de desagradarme en todo. Sus modales, sus palabras, su carácter me resultan sumamente desagradables. Sin embargo, es una santa religiosa, que debe de ser sumamente agradable a Dios.

    Entonces, para no ceder a la antipatía natural que experimentaba, me dije a mí misma que la caridad no debía consistir en simples sentimientos, sino en obras, y me dediqué a portarme con esa hermana como lo hubiera hecho con la persona a quien más quiero. Cada vez que la encontraba, pedía a Dios por ella, ofreciéndole todas sus virtudes y sus méritos.

    Sabía muy bien que esto le gustaba a Jesús, pues no hay artista a quien no le guste recibir alabanzas por sus obras. Y a Jesús, el Artista de las almas, tiene que gustarle enormemente que no nos detengamos en lo exterior, sino que penetremos en el santuario íntimo que él se ha escogido por morada y admiremos su belleza.

    No me conformaba con rezar mucho por esa hermana que era para mí motivo de tanta lucha. Trataba de prestarle todos los servicios que podía; y cuando sentía la tentación de contestarle de manera desagradable, me limitaba a dirigirle la más encantadora de mis sonrisas y procuraba cambiar de conversación.

    Con frecuencia también… como tenía que mantener relaciones con esta hermana a causa del oficio, cuando mis combates interiores eran demasiado fuertes, huía como un desertor.
Como ella ignoraba por completo lo que yo sentía hacia su persona, nunca sospechó los motivos de mi conducta, y vive convencida de que su carácter me resultaba agradable.
Un día, en la recreación, me dijo con aire muy satisfecho más o menos estas palabras: “¿Querría decirme, hermana Teresa del Niño Jesús, qué es lo que la atrae tanto en mi? Siempre que me mira, la veo sonreír”. ¡Ay!, lo que me atraía era Jesús, escondido en el fondo de su alma... Jesús, que hace dulce hasta lo más amargo...




www.levangileauquotidien.org




EL SERMÓN DE LA MONTAÑA
SAN MATEO,  CAPÍTULO 5
 


Las Bienaventuranzas
Lucas 6, 20-23

5:1 Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.
5:2 Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
5:3 "Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
5:4 Felices los afligidos, porque serán consolados. Isaías 61, 2
5:5 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Salmo 37, 11
5:6 Felices los que tienen hambre y sed Isaías 55, 1-2 Apocalipsis 21, 6 Apocalipsis 22, 17 de justicia, porque serán saciados.
5:7 Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
5:8 Felices los que tienen el corazón puro, Salmo 24, 4 porque verán a Dios.
5:9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
5:10 Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, 1 Pedro 3, 14 porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
5:11 Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. 1 Pedro 4, 14 Lucas 6, 22
5:12 Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas 2 Crónicas 36, 16 Lucas 6, 23 Hechos 7, 52 que los precedieron.

La sal de la tierra y la luz del mundo
Marcos 9, 49-50 / Lucas 14, 34-35

5:13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. Marcos 9, 50 Lucas 14, 34-35
5:14 Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Juan 8, 12 Juan 9, 5
5:15 Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero Marcos 4, 21 Lucas 8, 16 Lucas 11, 33 para que ilumine a todos los que están en la casa.
5:16 Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo. 1 Pedro 2, 12

Jesús y la Ley
Lucas 16, 16-17

5:17 No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
5:18 Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. Lucas 16, 17
5:19 El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.
5:20 Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.

El homicidio
Lucas 12, 58-59

5:21 Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, Génesis 9, 6 Éxodo 20, 13 Levítico 24, 17 Deuteronomio 5, 17 Mateo 19, 18 Marcos 10, 19 Lucas 18, 20 Romanos 13, 9 Santiago 2, 11 y el que mata, será condenado por el tribunal.
5:22 Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, será condenado por el tribunal. Y todo aquel que lo insulta, será castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, será condenado a la Gehena de fuego.
5:23 Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti,
5:24 deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
5:25 Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.
5:26 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.

El adulterio y divorcio
Mateo 5, 31-32 / Mateo 19, 1-9 / Marcos 9, 43-47; Marcos 10, 1-12 / Lucas 16, 18

5:27 Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. Éxodo 20, 14 Levítico 18, 20 Levítico 20, 10 Deuteronomio 5, 18 Mateo 19, 18 Marcos 10, 19 Lucas 18, 20 Romanos 13, 9 Santiago 2, 11
5:28 Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
5:29 Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. Mateo 18, 9 Marcos 9, 47
5:30 Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. Mateo 18, 8 Marcos 9, 43

El divorcio
Mateo 5, 27-30 / Mateo 19, 1-9 / Marcos 9, 43-47; Marcos 10, 1-12 / Lucas 16, 18

5:31 También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio. Deuteronomio 24, 1 Mateo 19, 7 Marcos 10, 4
5:32 Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio. Mateo 19, 9 Marcos 10, 11-12 Lucas 16, 18 1 Corintios 7, 10-11

El juramento
5:33 Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor. Éxodo 20, 7 Levítico 19, 12 Números 30, 3 Deuteronomio 5, 11 Deuteronomio 23, 22-24 Jueces 11, 35
5:34 Pero yo les digo que no juren de ningún modo: Santiago 5, 12 ni por el cielo, porque es el trono de Dios; Isaías 66, 1 Mateo 23, 22
5:35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; Isaías 66, 1 ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. Salmo 48, 3
5:36 No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos.
5:37 Cuando ustedes digan "sí", que sea sí, y cuando digan "no", que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.

La ley del talión
Lucas 6, 27-35

5:38 Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Éxodo 21, 24 Levítico 24, 19 Deuteronomio 19, 21
5:39 Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
5:40 Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;
5:41 y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
5:42 Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.

El amor a los enemigos
Lucas 6, 27-35

5:43 Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Levítico 19, 18 Mateo 19, 19 Mateo 22, 39 Marcos 12, 31 Lucas 10, 27 Romanos 13, 9 Gálatas 5, 14 Santiago 2, 8
5:44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
5:45 así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir su sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
5:46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
5:47 Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
5:48 Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo. Deuteronomio 18, 13



www.vicariadepastoral.org.mx


   

   
   

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Traducir este sitio a tu idioma