viernes 09 2013

'' EL QUE TOME SU CRUZ QUE ME SIGA '' ( Mateo 16, 24 - 28 )

Viernes de la decimoctava semana del tiempo ordinario

Deuteronomio 4,32-40.

 
Pregúntale al tiempo pasado, a los días que te han precedido desde que el Señor creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez algo tan admirable o se oyó una cosa semejante.
¿Qué pueblo oyó la voz de Dios que hablaba desde el fuego, como la oíste tú, y pudo sobrevivir?.
¿O qué dios intentó venir a tomar para sí una nación de en medio de otra, con milagros, signos y prodigios, combatiendo con mano poderosa y brazo fuerte, y realizando tremendas hazañas, como el Señor, tu Dios, lo hizo por ustedes en Egipto, delante de tus mismos ojos?.
A ti se te hicieron ver todas estas cosas, para que sepas que el Señor es Dios, y que no hay otro dios fuera de él.
El te hizo oír su voz desde el cielo para instruirte; en la tierra te mostró su gran fuego, y desde ese fuego tú escuchaste sus palabras.
Por amor a tus padres, y porque eligió a la descendencia que nacería de ellos, el Señor te hizo salir de Egipto con su presencia y su gran poder;
desposeyó a naciones más numerosas y fuertes que tú, te introdujo en sus territorios y te los dio como herencia, hasta el día de hoy.
Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios - allá arriba, en el cielo y aquí abajo, en la tierra - y no hay otro.
- Observa los preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú y tus hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre.






Salmo 77(76),12-13.14-15.16.21.

 
Recuerdo las hazañas del Señor,
recuerdo tus milagros de otros tiempos.
En tus obras medito, una a una,
y pienso en tus hazañas.

¡Oh Dios, en tus obras todo es santo!
¿Qué dios es tan grande como nuestro Dios?
Tú eres el Dios que hace maravillas,
tú demuestras tu fuerza entre los pueblos.

Por tu brazo a tu pueblo rescataste,
a los hijos de Jacob y de José.
Tú guiabas a tu pueblo, a tu rebaño,
por la mano de Moisés y de Aarón.






Evangelio según San Mateo 16,24-28.
 
 
 


Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará.
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras.
Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga en su Reino".





Leer el comentario del Evangelio por : San Paulino de Nola 
«El que  tome su cruz que me siga»

 

  Al cumplirse el misterioso designio de su bondad, el Señor tomó la condición de esclavo y se digno rebajarse hasta la muerte de cruz(Fl 2,8). Para realizar en nuestro corazón, por medio de una humillación visible, aquella celestial sublimación, para nosotros invisibles. Considera pues, de qué altura nos precipitamos desde el principio, y comprenderás que por  voluntad de la divina sabiduría y por su bondad somos restituidos a la vida. Con Adán caímos en la soberbia; por eso somos humillados en Cristo para poder cancelar la antigua culpa con el remedio de la virtud contraria, de modo  que los que con la soberbia ofendimos a Dios, le aplaquemos poniéndonos a su servicio.

        Alegrémonos, y gocemos en aquel que nos ha hecho objeto de su lucha y de su victoria, diciendo:»Tened valor, oye vencido al mundo»(Jn16,33)... El invencible, peleará por nosotros y vencerá en nosotros. Entonces el príncipe de las tinieblas será echado fuera, aunque no ciertamente fuera del mundo, sino fuera del hombre, cuando al penetrar en nosotros la fe, es obligado a salir fuera y dejar libre el puesto a Cristo; cuya presencia pone en fuga al pecado y significa el destierro de la derrota de la serpiente...

        Que los oradores guarden su elocuencia, los filósofos su sabiduría, los reyes sus reinos; para nosotros la gloria las riquezas y el reino, es Cristo; nuestra sabiduría, es la locura del Evangelio; la fuerza es, la debilidad de la carne, y la gloria, es el escándalo de la cruz.



www.levangileauquotidien.org





EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
CAPÍTULO 16

 

La interpretación de los signos de los tiempos
Mateo 12, 38-42 / Marcos 8, 11-12 / Lucas 11, 29-32

16:1 Los fariseos y los saduceos se acercaron a él y, para ponerlo a prueba, le pidieron que les hiciera ver un signo del cielo. Mateo 12, 38 Marcos 8, 11 Lucas 11, 16
16:2 Él les respondió: "Al atardecer, ustedes dicen: "Va a hacer buen tiempo, porque el cielo está rojo como el fuego".
16:3 Y de madrugada, dicen: "Hoy habrá tormenta, porque el cielo está rojo oscuro". ¡De manera que saben interpretar el aspecto del cielo, pero no los signos de los tiempos!
16:4 Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, Mateo 12, 39 Marcos 8, 12 Lucas 11, 29 pero no se le dará otro signo que el de Jonás". Y en seguida los dejó y se fue. Jonás 3, 4-5 Lucas 11, 30

Advertencia contra la doctrina de los fariseos y los saduceos
Marcos 8, 14-21

16:5 Al pasar a la otra orilla, los discípulos se olvidaron de llevar pan.
16:6 Jesús les dijo: "Estén atentos y cuídense de la levadura de los fariseos Marcos 8, 15 Lucas 12, 1 y de los saduceos".
16:7 Ellos pensaban: "Lo dice porque no hemos traído pan".
16:8 Jesús se dio cuenta y les dijo: "Hombres de poca fe, ¿cómo están pensando que no tienen pan?
16:9 ¿Todavía no comprenden? ¿No se acuerdan de los cinco panes para cinco mil personas Mateo 14, 17-21 y del número de canastas que juntaron?
16:10 ¿Y tampoco recuerdan los siete panes para cuatro mil personas, Mateo 15, 34-38 y cuántas canastas recogieron?
16:11 ¿Cómo no comprenden que no me refería al pan? ¡Cuídense de la levadura de los fariseos y de los saduceos!"
16:12 Entonces entendieron que les había dicho que se cuidaran, no de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.

La profesión de fe de Pedro
Marcos 8, 27-30 / Lucas 9, 18-21 / Juan 6, 64-71

16:13 Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?"
16:14 Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas". Mateo 14, 1-2 Marcos 6, 14-15 Marcos 8, 28 Lucas 9, 7-8 Lucas 9, 19
16:15 "Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?"
16:16 Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Marcos 8, 29 Lucas 9, 20 Juan 6, 68-69
16:17 Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.
16:18 Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.
16:19 Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". Mateo 18, 18 Juan 20, 23
16:20 Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.

El primer anuncio de la Pasión
Marcos 8, 31-33 / Lucas 9, 22

16:21 Desde aquel día, Jesús comenzó a anunciar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén, y sufrir mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar al tercer día. Mateo 17, 23 Mateo 20, 19 Mateo 27, 63 Marcos 8, 31 Marcos 9, 31 Marcos 10, 33-34 Lucas 9, 22 Lucas 18, 31-33
16:22 Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: "Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá".
16:23 Pero él, dándose vuelta, dijo a Pedro: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres".

Condiciones para seguir a Jesús
Marcos 8, 34-38 / Lucas 9, 23-27

16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mateo 10, 38 Marcos 8, 34 Lucas 9, 23 Lucas 14, 26-27
16:25 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. Mateo 10, 39 Marcos 8, 35 Lucas 9, 24 Lucas 17, 33 Juan 12, 25
16:26 ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
16:27 Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, Mateo 25, 31 y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras. Jeremías 17, 10 Salmo 62, 13 Job 34, 11 Romanos 2, 6 Apocalipsis 2, 23
16:28 Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga en su Reino".



www.vicariadepastoral.org.mx

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Traducir este sitio a tu idioma