viernes 30 2013

PARÁBOLA DE LAS DIEZ VÍRGENES

Día litúrgico: Viernes XXI del tiempo ordinario







Texto del Evangelio (Mt 25,1-13):
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: ‘¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!’. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: ‘Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan’. Pero las prudentes replicaron: ‘No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis’. Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’. Pero él respondió: ‘En verdad os digo que no os conozco’. Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora».

Comentario: Rev. D. Joan Ant. MATEO i García (La Fuliola, Lleida, España)


         En verdad os digo que no os conozco
 

Hoy, Viernes XXI del tiempo ordinario, el Señor nos recuerda en el Evangelio que hay que estar siempre vigilantes y preparados para encontrarnos con Él. A media noche, en cualquier momento, pueden llamar a la puerta e invitarnos a salir a recibir al Señor. La muerte no pide cita previa. De hecho, «no sabéis ni el día ni la hora» (Mt 25,13).

Vigilar no significa vivir con miedo y angustia. Quiere decir vivir de manera responsable nuestra vida de hijos de Dios, nuestra vida de fe, esperanza y caridad. El Señor espera continuamente nuestra respuesta de fe y amor, constantes y pacientes, en medio de las ocupaciones y preocupaciones que van tejiendo nuestro vivir.

Y esta respuesta sólo la podemos dar nosotros, tú y yo. Nadie lo puede hacer en nuestro lugar. Esto es lo que significa la negativa de las vírgenes prudentes a ceder parte de su aceite para las lámparas apagadas de las vírgenes necias: «Es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis» (Mt 25,9). Así, nuestra respuesta a Dios es personal e intransferible.

No esperemos un “mañana” —que quizá no vendrá— para encender la lámpara de nuestro amor para el Esposo. Carpe diem! Hay que vivir en cada segundo de nuestra vida toda la pasión que un cristiano ha de sentir por su Señor. Es un dicho conocido, pero que no estará de más recordarlo de nuevo: «Vive cada día de tu vida como si fuese el primer día de tu existencia, como si fuese el único día de que disponemos, como si fuese el último día de nuestra vida». Una llamada realista a la necesaria y razonable conversión que hemos de llevar a término.

Que Dios nos conceda la gracia en su gran misericordia de que no tengamos que oír en la hora suprema: «En verdad os digo que no os conozco» (Mt 25,12), es decir, «no habéis tenido ninguna relación ni trato conmigo». Tratemos al Señor en esta vida de manera que lleguemos a ser conocidos y amigos suyos en el tiempo y en la eternidad.



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SAN MATEO,  CAPÍTULO 25
 

La parábola de las diez jóvenes del cortejo


25:1 Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas Lucas 12, 35 al encuentro del esposo.
25:2 Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes.
25:3 Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite,
25:4 mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos.
25:5 Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas.
25:6 Pero a medianoche se oyó un grito: "Ya viene el esposo, salgan a su encuentro".
25:7 Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas.
25:8 Las necias dijeron a las prudentes: "¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?"
25:9 Pero estas les respondieron: "No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado".
25:10 Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta.
25:11 Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: "Señor, señor, ábrenos",
25:12 pero él respondió: "Les aseguro que no las conozco". Lucas 13, 25
25:13 Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.

La parábola de los talentos
Lucas 19, 11-28

25:14 El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes.
25:15 A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida,
25:16 el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco.
25:17 De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos,
25:18 pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.
25:19 Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores.
25:20 El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. "Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado".
25:21 "Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor".
25:22 Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: "Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado".
25:23 "Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor".
25:24 Llegó luego el que había recibido un solo talento. "Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido.
25:25 Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!"
25:26 Pero el señor le respondió: "Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido,
25:27 tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses.
25:28 Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez,
25:29 porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Mateo 13, 12 Marcos 4, 25 Lucas 8, 18
25:30 Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes". Mateo 8, 12 Mateo 22, 13 Lucas 13, 28

El Juicio final
25:31 Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, Mateo 16, 27 se sentará en su trono glorioso. Mateo 19, 28
25:32 Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos,
25:33 y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a la izquierda.
25:34 Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo,
25:35 porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron;
25:36 desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver".
25:37 Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber?
25:38 ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?
25:39 ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?"
25:40 Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo".
25:41 Luego dirá a los de la izquierda: "Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles,
25:42 porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;
25:43 estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron".
25:44 Estos, a su vez, le preguntarán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?"
25:45 Y él les responderá: "Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo".
25:46 Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna". Daniel 12, 2 Juan 5, 29


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