lunes 12 2013

POR SU PASIÓN, CRISTO PAGÓ NUESTRA DEUDA

Lunes de la decimonovena semana del tiempo ordinario

Deuteronomio 10,12-22.


Y ahora, Israel, esto es lo único que te pide el Señor, tu Dios: que lo temas y sigas todos sus caminos, que ames y sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma,
observando sus mandamientos y sus preceptos, que hoy te prescribo para tu bien.
Al Señor, tu Dios, pertenecen el cielo y lo más alto del cielo, la tierra y todo lo que hay en ella.
Sin embargo, sólo con tus padres se unió con lazos de amor, y después de ellos los eligió a ustedes, que son su descendencia, prefiriéndolos a todos los demás pueblos.
Por eso, circunciden sus corazones y no persistan en su obstinación,
porque el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, valeroso y temible, que no hace acepción de personas ni se deja sobornar.
El hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al extranjero y le da ropa y alimento.
También ustedes amarán al extranjero, ya que han sido extranjeros en Egipto.
Teme al Señor, tu Dios, y sírvelo; vive unido a él y jura por su Nombre.
El es tu gloria y tu Dios, y él realizó en tu favor esas tremendas hazañas de que fuiste testigo.
Porque cuando tus padres bajaron a Egipto, eran apenas setenta personas, y ahora el Señor te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo.






Salmo 147,12-13.14-15.19-20.
 

¡Glorifica al Señor, Jerusalén,
a tu Dios alaba, oh Sión!
El refuerza las trancas de tus puertas
y bendice a tus hijos en tu seno;

guarda en paz tus fronteras,
te da del mejor trigo en abundancia.
Si a la tierra envía su mensaje,
su palabra corre rápidamente;

A Jacob le revela su palabra,
sus leyes y sus juicios a Israel.
Con ningún otro pueblo ha actuado así,
ni les dio a conocer sus decisiones.
¡Aleluya!





Evangelio según San Mateo 17,22-27.

 







Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres:
lo matarán y al tercer día resucitará". Y ellos quedaron muy apenados.
Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?".
"Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?".
Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos.
Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti".





Leer el comentario del Evangelio por : San Ambrosio
Por su pasión, Cristo pagó nuestra deuda



 ¿Quién será tan poderoso hasta el punto de ofrecer por sí mismo una expiación que podría añadir algo a la que ofreció Cristo por nosotros, cuando reconcilió el mundo con Dios por su sangre? ¿Hay una víctima mayor, más generoso sacrificio, mejor abogado que Jesús que intercede por los pecadores y que ha dado la vida por nuestra redención?

    Así, pues, ya no hay que ofrecer ninguna expiación o rescate por nosotros, ya que el rescate de todos es la sangre de Cristo, Nuestro Señor, la única que nos reconcilió con el Padre. Jesús consumió su obra hasta el final ya que tomó sobre si nuestros sufrimientos y dice: “Venid a mí, todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.” (Mt 11,28) ... El hombre no puede dar nada como rescate para su salvación porque ha sido purificado una vez por todas del pecado, gracias a la sangre de Cristo. Pero el hombre no está eximido de los esfuerzos para observar los preceptos de la vida y de la observancia de los mandamientos del Señor. Mientras vivimos estaremos sujetos a los padecimientos, perseveraremos en ellos para vivir eternamente, liberados ya de la muerte definitiva gracias a la redención del Señor.




www.levangileauquotidien.org





SAN MATEO,  CAPÍTULO 17


La transfiguración de Jesús
Marcos 9, 2-9 / Lucas 9, 28-36

17:1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado.
17:2 Allí se transfiguró en presencia de ellos: Marcos 9, 2 Lucas 9, 28 2 Pedro 1, 17-18 su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.
17:3 De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús.
17:4 Pedro dijo a Jesús: "Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
17:5 Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo". Isaías 42, 1 Mateo 3, 17 Mateo 12, 18 Marcos 1, 11 Marcos 9, 7 Lucas 3, 22 Lucas 9, 35 2 Pedro 1, 17
17:6 Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor.
17:7 Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: "Levántense, no tengan miedo".
17:8 Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo.
17:9 Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: "No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos".

Elías, figura de Juan el Bautista
Marcos 9, 11-13

17:10 Entonces los discípulos le preguntaron: "¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?" Malaquías 3, 22 Mateo 11, 14 Marcos 9, 11-13 Lucas 1, 17 Juan 1, 21
17:11 Él respondió: "Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas;
17:12 pero les aseguro que Elías ya ha venido, Mateo 11, 14 y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Y también harán padecer al Hijo del hombre".
17:13 Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista.

Curación de un endemoniado epiléptico
Marcos 9, 14-29 / Lucas 9, 37-43

17:14 Cuando se reunieron con la multitud, se le acercó un hombre y, cayendo de rodillas,
17:15 le dijo: "Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y está muy mal: frecuentemente cae en el fuego y también en el agua.
17:16 Yo lo llevé a tus discípulos, pero no lo pudieron curar".
17:17 Jesús respondió: "¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo aquí".
17:18 Jesús increpó al demonio, y este salió del niño, que desde aquel momento quedó curado.
17:19 Los discípulos se acercaron entonces a Jesús y le preguntaron en privado: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?"
17:20 "Porque ustedes tienen poca fe, les dijo. Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: "Trasládate de aquí a allá", y la montaña se trasladaría; Mateo 21, 21 Marcos 11, 23 Lucas 17, 6 1 Corintios 13, 2 y nada sería imposible para ustedes".

El segundo anuncio de la Pasión
Marcos 9, 30-32 / Lucas 9, 43b-45

17:22 Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres:
17:23 lo matarán y al tercer día resucitará". Mateo 16, 21 Mateo 20, 19 Mateo 27, 63 Marcos 8, 31 Marcos 9, 31 Marcos 10, 33-34 Lucas 9, 22 Lucas 18, 31-33 Y ellos quedaron muy apenados.

La contribución debida al Templo
17:24 Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto Éxodo 30, 13 Éxodo 38, 25-26 del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?"
17:25 "Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?"
17:26 Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos.
17:27 Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti".



www.vicariadepastoral.org.mx

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Traducir este sitio a tu idioma