sábado 03 2013

PRECURSOR A TRAVÉS DE SU VIDA Y DE SU MUERTE

Sábado de la decimoséptima semana del tiempo ordinario

Libro del Levítico 25,1.8-17.
 

El Señor dijo a Moisés sobre la montaña del Sinaí:
Deberás contar siete semanas de años - siete veces siete años - de manera que el período de las siete semanas de años sume un total de cuarenta y nueve años.
Entonces harás resonar un fuerte toque de trompeta: el día diez del séptimo mes - el día de la Expiación - ustedes harán sonar la trompeta en todo el país.
Así santificarán el quincuagésimo año, y proclamarán una liberación para todos los habitantes del país. Este será para ustedes un jubileo: cada uno recobrará su propiedad y regresará a su familia.
Este quincuagésimo año será para ustedes un jubilo: no sembrarán ni segarán lo que vuelva a brotar de la última cosecha, ni vendimiarán la viña que haya quedado sin podar;
porque es un jubileo, será sagrado para ustedes. Sólo podrán comer lo que el campo produzca por sí mismo.
En este año jubilar cada uno de ustedes regresará a su propiedad.
Cuando vendas o compres algo a tu compatriota, no se defrauden unos a otros.
Al comprar, tendrás en cuenta el número de años transcurridos desde el jubileo; y al vender, tu compatriota tendrá en cuenta el número de los años productivos:
cuanto mayor sea el número de años, mayor será el precio que pagarás; y cuanto menor sea el número de años, menor será ese precio, porque lo que él te vende es un determinado número de cosechas.
No se defrauden unos a otros, y teman a su Dios, porque yo soy el Señor, su Dios.






Salmo 67(66),2-3.5.7-8.
 

¡Que Dios tenga piedad y nos bendiga,
nos ponga bajo la luz de su rostro!
Para que conozcan en la tierra tu camino,
tu salvación en todas la naciones.

Que los poblados se alegren y te canten.
Pues tú juzgas los pueblos con justicia,
tú riges a los pueblos de la tierra.
Ha entregado la tierra su cosecha,
Dios, nuestro Dios, nos dio su bendición;

Que nos bendiga Dios, y sea temido
hasta los confines de la tierra.






Evangelio según San Mateo 14,1-12.

 
 





En aquel tiempo, la fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes,
y él dijo a sus allegados: "Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos".
Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe,
porque Juan le decía: "No te es lícito tenerla".
Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta.
El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías bailó en público, y le agradó tanto a Herodes
que prometió bajo juramento darle lo que pidiera.
Instigada por su madre, ella dijo: "Tráeme aquí sobre una bandeja la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran
y mandó decapitar a Juan en la cárcel.
Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven, y esta la presentó a su madre.
Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a Jesús.





Leer el comentario del Evangelio por : San Pedro Damián
Precursor a través de su vida y de su muerte


Juan fue Precursor de Cristo por su nacimiento, por su predicación, por su bautismo y por su muerte... ¿Se puede encontrar una sola virtud, un género de santidad, que el Precursor no haya tenido en su más alto grado? Entre los santos ermitaños ¿cuál se ha impuesto jamás por regla no comer otra cosa que miel silvestre o esa comida incomible: los saltamontes? Algunos renuncian al mundo y huyen de los hombres para vivir santamente, pero Juan es todavía un niño... cuando se adentra en el desierto y escoge, resueltamente, habitar en la soledad. Renuncia al derecho de sucesión del sacerdocio de su padre para poder anunciar, con toda libertad, al verdadero y soberano Sacerdote.  Los profetas han anunciado por adelantado la venida del Salvador, los apóstoles y los demás que enseñan en la Iglesia dan testimonio de que esta venida realmente tuvo lugar, pero Juan lo muestra ya presente entre los hombres. Son muchos los que han guardado virginidad y no han manchado la blancura de sus vestidos (cf Ap 14,4), pero Juan renuncia a toda compañía humana a fin de arrancar las apetencias de la carne hasta sus mismas raíces, y, lleno de fervor espiritual, habita entre las bestias salvajes.

    Juan, en el centro del coro escarlata de los mártires, incluso lo preside como maestro de todos: combatió valientemente y murió por la verdad. Llegó a ser el jefe de todos los que combaten por Cristo, y fue el primero de todos a ir a plantar en el cielo el estandarte triunfal del mártir.




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SAN MATEO,  CAPÍTULO 14

 

Juicio de Herodes sobre Jesús
Marcos 6, 14-16 / Lucas 9, 7-9

14:1 En aquel tiempo, la fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes,
14:2 y él dijo a sus allegados: "Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos". Mateo 16, 14 Marcos 6, 14-15 Marcos 8, 28 Lucas 9, 7-8 Lucas 9, 19

La muerte de Juan el Bautista
Marcos 6, 17-29 / Lucas 3, 19-20

14:3 Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, Mateo 4, 12 Marcos 6, 17 Lucas 3, 19-20 a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe,
14:4 porque Juan le decía: "No te es lícito tenerla". Levítico 18, 16 Levítico 20, 21 Marcos 6, 18 Lucas 3, 19-20
14:5 Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta.
14:6 El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías bailó en público, y le agradó tanto a Herodes
14:7 que prometió bajo juramento darle lo que pidiera.
14:8 Instigada por su madre, ella dijo: "Tráeme aquí sobre una bandeja la cabeza de Juan el Bautista".
14:9 El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran
14:10 y mandó decapitar a Juan en la cárcel.
14:11 Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven, y esta la presentó a su madre.
14:12 Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a Jesús.

La primera multiplicación de los panes
Marcos 6, 30-44 / Lucas 9, 10-17 / Juan 6, 1-13

14:13 Al enterarse de eso, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para estar a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie.
14:14 Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, curó a los enfermos.
14:15 Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: "Este es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos".
14:16 Pero Jesús les dijo: "No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos".
14:17 Ellos respondieron: "Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados".
14:18 "Tráiganmelos aquí", les dijo.
14:19 Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud.
14:20 Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas.
14:21 Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, Mateo 16, 9 sin contar las mujeres y los niños.

Jesús camina sobre el agua
Marcos 6, 45-52 / Juan 6, 16-21

14:22 En seguida, obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud.
14:23 Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo.
14:24 La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra.
14:25 A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar.
14:26 Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. "Es un fantasma", dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar.
14:27 Pero Jesús les dijo: "Tranquilícense, soy yo; no teman".
14:28 Entonces Pedro le respondió: "Señor, si eres tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua".
14:29 "Ven", le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a él.
14:30 Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: "Señor, sálvame".
14:31 En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?"
14:32 En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó.
14:33 Los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: "Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios".

Curaciones en la región de Genesaret
Marcos 6, 53-56

14:34 Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret.
14:35 Cuando la gente del lugar lo reconoció, difundió la noticia por los alrededores, y le llevaban a todos los enfermos,
14:36 rogándole que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron curados.



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