Día litúrgico: Sábado XVI del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Mt 13,24-30): En aquel tiempo, Jesús propuso a las
gentes otra parábola, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un
hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía,
vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la
hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña. Los siervos del amo
se acercaron a decirle: ‘Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo
es que tiene cizaña?’. Él les contestó: ‘Algún enemigo ha hecho esto’. Dícenle
los siervos: ‘¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?’. Díceles: ‘No, no sea
que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos
crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores:
Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo
recogedlo en mi granero’».
Comentario: Rev. D. Manuel SÁNCHEZ Sánchez (Sevilla, España)
Dejad que ambos crezcan juntos
Hoy consideramos una parábola que es ocasión para referirse a la vida de
la comunidad en la que se mezclan, continuamente, el bien y el mal, el
Evangelio y el pecado. La actitud lógica sería acabar con esta situación, tal
como lo pretenden los criados: «¿Quieres que vayamos a recogerla?» (Mt 13,28).
Pero la paciencia de Dios es infinita, espera hasta el último momento —como un
padre bueno— la posibilidad del cambio: «Dejad que ambos crezcan juntos hasta
la siega» (Mt 13,30).
Una realidad ambigua y mediocre, pero en ella crece el Reino. Se trata
de sentirnos llamados a descubrir las señales del Reino de Dios para
potenciarlo. Y, por otro lado, no favorecer nada que ayude a contentarnos en la
mediocridad. No obstante, el hecho de vivir en una mezcla de bien y mal no debe
impedir el avanzar en nuestra vida espiritual; lo contrario sería convertir
nuestro trigo en cizaña. «Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo
es que tiene cizaña?» (Mt 13,27). Es imposible crecer de otro modo, ni podemos
buscar el Reino en ningún otro lugar que en esta sociedad en la que estamos.
Nuestra tarea será hacer que nazca el Reino de Dios.
El Evangelio nos llama a no dar crédito a los “puros”, a superar los
aspectos de puritanismo y de intolerancia que puedan haber en la comunidad
cristiana. Fácilmente se dan actitudes de este tipo en todos los colectivos,
por sanos que intenten ser. Encarados a un ideal, todos tenemos la tentación de
pensar que unos ya lo hemos alcanzado, y que otros están lejos. Jesús constata
que todos estamos en camino, absolutamente todos.
Vigilemos para no dejar que el maligno se cuele en nuestras vidas, cosa
que ocurre cuando nos acomodamos al mundo. Decía santa Ángela de la Cruz que
«no hay que dar oído a las voces del mundo, de que en todas partes se hace esto
o aquello; nosotras siempre lo mismo, sin inventar variaciones, y siguiendo la
manera de hacer las cosas, que son un tesoro escondido; son las que nos abrirán
las puertas del cielo». Que la Santísima Virgen María nos conceda acomodarnos
sólo al amor.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
LAS PARÁBOLAS DEL REINO
CAPÍTULO 13
Introducción
13:1 Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó Marcos 3, 7-10 Marcos
4, 1 Lucas 5, 1-3 a orillas del mar.
13:2 Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a
una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa.
13:3 Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas.
La parábola del sembrador
Marcos 4, 1-9 / Lucas 8, 4-8
Les decía: "El sembrador salió a sembrar.
13:4 Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los
pájaros las comieron.
13:5 Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y
brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda;
13:6 pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se
secaron.
13:7 Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron.
13:8 Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras
sesenta, otras treinta.
13:9 ¡El que tenga oídos, que oiga!"
Finalidad de las parábolas
Marcos 4, 10-12 / Lucas 8, 9-1
13:10 Los discípulos se acercaron y le dijeron: "¿Por qué les
hablas por medio de parábolas?"
13:11 Él les respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los
misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no.
13:12 Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en
abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Mateo 25, 29
Marcos 4, 25 Lucas 8, 18 Lucas 19, 26
13:13 Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven,
oyen y no escuchan ni entienden.
13:14 Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice:
Por más que oigan, no comprenderán,
por más que vean, no conocerán.
13:15 Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido,
tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos,
para que sus ojos no vean,
y sus oídos no oigan,
y su corazón no comprenda,
y no se conviertan,
y yo no los cure. Isaías 6, 10 Mateo 12, 18 Marcos 4, 12 Lucas 8, 10
Juan 12, 40 Hechos 28, 26,27
13:16 Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus
oídos, porque oyen.
13:17 Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que
ustedes ven, y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron. Lucas 10,
23-24
Explicación de la parábola del sembrador
Marcos 4, 13-20 / Lucas 8, 11-15
13:18 Escuchen, entonces, lo que significa la parábola del sembrador.
13:19 Cuando alguien oye la Palabra del Reino y no la comprende, viene
el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en su corazón: este es el que
recibió la semilla al borde del camino.
13:20 El que la recibe en terreno pedregoso es el hombre que, al
escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría,
13:21 pero no la deja echar raíces, porque es inconstante: en cuanto
sobreviene una tribulación o una persecución a causa de la Palabra,
inmediatamente sucumbe.
13:22 El que recibe la semilla entre espinas es el hombre que escucha la
Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas la
ahogan, y no puede dar fruto.
13:23 Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre que escucha la
Palabra y la comprende. Este produce fruto, ya sea cien, ya sesenta, ya treinta
por uno".
La parábola de la cizaña
13:24 Y les propuso otra parábola: "El Reino de los Cielos se
parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
13:25 pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en
medio del trigo y se fue.
13:26 Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció
la cizaña.
13:27 Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron:
"Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora
hay cizaña en él?"
13:28 Él les respondió: "Esto lo ha hecho algún enemigo". Los
peones replicaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?"
13:29 "No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren
el peligro de arrancar también el trigo.
13:30 Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los
cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y
luego recojan el trigo en mi granero"".
La parábola del grano de mostaza
Marcos 4, 30-32 / Lucas 13, 18-19
13:31 También les propuso otra parábola: "El Reino de los Cielos se
parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo.
13:32 En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando
crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal
manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas".
La parábola de la levadura
Lucas 13, 20-21
13:33 Después les dijo esta otra parábola: "El Reino de los Cielos se
parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina,
hasta que fermenta toda la masa".
La enseñanza por medio de parábolas
Marcos 4, 33-34
13:34 Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas,
y no les hablaba sin parábolas,
13:35 para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta:
Hablaré en parábolas,
anunciaré cosas que estaban ocultas Salmo 78, 2
desde la creación del mundo.
Explicación de la parábola de la cizaña
13:36 Entonces, dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus
discípulos se acercaron y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña
en el campo".
13:37 Él les respondió: "El que siembra la buena semilla es el Hijo
del hombre;
13:38 el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al
Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno,
13:39 y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin
del mundo y los cosechadores son los ángeles.
13:40 Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la
misma manera sucederá al fin del mundo.
13:41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su
Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal,
13:42 y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar
de dientes.
13:43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su
Padre. ¡El que tenga oídos, que oiga!
La parábola del tesoro
13:44 El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un
campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende
todo lo que posee y compra el campo.
La parábola de la perla
13:45 El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se
dedicaba a buscar perlas finas;
13:46 y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y
la compró.
La parábola de la red
13:47 El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al
mar y recoge toda clase de peces.
13:48 Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose,
recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
13:49 Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a
los malos de entre los justos,
13:50 para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar
de dientes.
Conclusión
13:51 ¿Comprendieron todo esto?" "Sí", le respondieron.
13:52 Entonces agregó: "Todo escriba convertido en discípulo del
Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo
nuevo y lo viejo".
LAS PRIMICIAS DEL REINO DE LOS CIELOS
Visita de Jesús a Nazaret
Marcos 6, 1-6 / Lucas 4, 16-24
13:53 Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí
13:54 y, al llegar a su pueblo, se puso a enseñar a la gente en su
sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. "¿De dónde le
vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros?
13:55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman
María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, Marcos 6, 3 Hechos 15, 13 Gálatas 1,
19 Santiago 1, 1 José, Simón y Judas? Marcos 6, 3 Judas 1
13:56 ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le
vendrá todo esto?"
13:57 Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. Entonces les dijo:
"Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia".
Marcos 6, 4 Lucas 4, 24 Juan 4, 44
13:58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa
gente.
www.vicariadepastoral.org.mx
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