El pasaje de Lucas 12,39-48 se centra en la necesidad de estar preparados para la venida del Hijo del Hombre y la responsabilidad de los siervos. Jesús enseña a través de dos parábolas: la del dueño de casa que no sabe cuándo llegará el ladrón, y la del siervo fiel y prudente frente al siervo negligente y violento. La enseñanza clave es que a quien se le ha dado mucho, se le exigirá mucho.
Parábola del dueño de casa
Mensaje principal: Se debe estar preparado constantemente, ya que el Hijo del Hombre vendrá en un momento inesperado.
El ladrón: Representa la venida de Jesús, que sorprenderá a quienes no estén en alerta.
Parábola del siervo fiel y prudente
El siervo fiel: Es el mayordomo que, cuando el señor llegue, lo encontrará cumpliendo fielmente sus responsabilidades, por lo que será recompensado.
El siervo negligente: Es aquel que, por creer que su señor se tarda, se dedica a la mala vida y a maltratar a otros. Será duramente castigado cuando el señor regrese.
La clave: Responsabilidad y rendición de cuentas
Conocer la voluntad de Dios: Jesús explica que la intensidad del castigo dependerá de si el siervo conocía o no la voluntad de su señor.
Principio de proporcionalidad: El principio fundamental es que "a quien se le da mucho, también se le exigirá mucho; y al que se le confía mucho, se le pedirá más todavía".
Según el Evangelio de Lucas 12, 39-48, Jesús utiliza varias parábolas para enseñar a sus discípulos la importancia de estar preparados y vigilar, así como la responsabilidad que conlleva recibir grandes dones y la conciencia de la voluntad de Dios.
La parábola del ladrón (v. 39-40)
Jesús comienza con la imagen de un dueño de casa que no dejaría que un ladrón entrara a robar si supiera a qué hora llegaría. La conclusión es directa y contundente: los discípulos deben estar siempre preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá en el momento menos esperado.
Puntos clave:
Vigilancia: Es una llamada constante a la vigilancia espiritual, no solo para el final de los tiempos, sino para estar siempre listos para el encuentro con el Señor en cualquier momento.
Imprevisibilidad: La llegada de Cristo es impredecible, por lo que la preparación debe ser una actitud permanente, no un acto esporádico.
La parábola del administrador fiel y prudente (v. 41-48)
Pedro le pregunta si la parábola es solo para ellos o para todos. Jesús responde con otra parábola, la del administrador fiel y prudente:
El siervo fiel: El siervo que es diligente, prudente y cumple con su deber de alimentar a la servidumbre mientras su amo está ausente será recompensado. El amo, al regresar, lo pondrá al frente de todos sus bienes.
El siervo infiel: El siervo que se vuelve perezoso, maltrata a los demás siervos, y se entrega a los placeres, será castigado severamente por el amo que regresa en un momento inesperado. Su castigo será el mismo que el de los incrédulos.
Puntos clave:
Responsabilidad: Esta parte de la enseñanza enfatiza la gran responsabilidad que tienen quienes han recibido un cargo o una misión, como los apóstoles y los líderes de la comunidad.
Fidelidad: La fidelidad se demuestra en las acciones diarias. No se trata solo de esperar, sino de trabajar y servir mientras se espera el regreso del Señor.
La voluntad del amo y el castigo (v. 47-48)
Jesús aclara que el castigo por la desobediencia es proporcional al conocimiento de la voluntad del amo.
Conocimiento y negligencia: El siervo que conoce la voluntad de su señor pero no se prepara ni la cumple, recibirá un castigo más severo.
Ignorancia y error: El siervo que hace cosas dignas de castigo sin conocer la voluntad de su señor, recibirá un castigo menor.
Puntos clave:
Mayor exigencia, mayor responsabilidad: El versículo final resume el mensaje: "A todo el que se le haya dado mucho, mucho se le demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán".
Llamado universal: Aunque la parábola responde a la pregunta de Pedro, el mensaje se aplica a todos los creyentes. Cuanto más conocimiento y bendiciones se nos han dado, mayor es la responsabilidad de vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.

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