Tito 2, 1-8. 11-14
Querido hermano: Habla de lo que es conforme a la sana doctrina.
Di a los ancianos que sean sobrios, serios y prudentes; que estén robustos en la fe, en el amor y en la paciencia.
A las ancianas, lo mismo: que sean decentes en el porte, que no sean chismosas ni se envicien con el vino, sino maestras en lo bueno, de modo que inspiren buenas ideas a las jóvenes, enseñándoles a amar a los maridos y a sus hijos, a ser moderadas y púdicas, a cuidar de la casa, a ser bondadosas y sumisas a los maridos, para que no se desacredite la palabra de Dios.
A los jóvenes, exhórtalos también a ser prudentes, presentándote en todo como un modelo de buena conducta. En la enseñanza sé íntegro y grave, con un hablar sensato e intachable, para que la parte contraria se abochorne, no pudiendo criticarnos en nada.
Porque ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.
Salmo 36
Confía en el Señor y haz el bien, / habita tu tierra y practica la lealtad; / sea el Señor tu delicia, / y él te dará lo que pide tu corazón. R.
El Señor vela por los días de los buenos, / y su herencia durará siempre. / El Señor asegura los pasos del hombre, / se complace en sus caminos. R.
Apártate del mal y haz el bien, / y siempre tendrás una casa; / pero los justos poseen la tierra, / la habitarán por siempre jamás. R.
Lucas 17, 7-10
En aquel tiempo dijo el Señor: "Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le diréis: "Prepárame la cena, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.""
COMENTARIO
1. La sana doctrina
1.1 Cuando el apóstol Pablo ve llegada la hora de entregar el relevo a la próxima generación, una de sus mayores preocupaciones es, sin duda, qué va a pasar con el mensaje. Toda su vida ha estado dedicada a transmitir una buena nueva, la gran noticia de la salvación por la fe en la gracia de Cristo; pero este mensaje está en peligro, porque, como escuchábamos en la lectura de ayer, hay enemigos de la cruz, que son también enemigos de la gracia. ¿Cómo defender el verdadero mensaje, es decir, la "sana doctrina" de esta amenaza?
1.2 Como buen estratega, Pablo descubre cuáles son los flancos en mayor riesgo y trata de adelantarse a los movimientos del adversario. Su experiencia, intensa y extensa, le ha llevado a definir zonas de riesgo en las que ya ha visto daño. Por eso, al dar unas recomendaciones sobre la conducta de los miembros de la comunidad cristiana, añade a modo de justificación: "para que no se hable mal de la palabra de Dios". Es una preocupación evidente y fuerte, pues más adelante también dice: "nuestros adversarios... no podrán decir nada malo de nosotros".
1.3 El gran peligro para el mensaje es una vida incoherente; así como la gran bendición para la vida es el mensaje en toda su pureza y su fuerza. Pablo intenta asegurar ambas cosas: que la doctrina sea "sana" y que la vida sea "irreprochable". Una predicación sana limpia la vida; una vida limpia conserva sana la predicación.
2. El cristiano en medio de un mundo adverso
2.1 Desde otro punto de vista hay algo profundo aquí: el cristiano debe saber que está en un mundo que le mira antes de oírle y le juzga antes de creerle.
2.2 El mundo no es conquista fácil, aunque tampoco es imposible. Ninguna insidia o malquerencia del mundo puede destruir un hecho maravilloso: "se ha manifestado la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres". El mundo se manifiesta como es, y el cristiano no tiene otro deber que ser lo que es. Lleva dentro de sí una gracia que se manifestará como salvación. No hay que temer, pero tampoco hay que fiarse del pasado: todos los días son importantes porque todas las almas son importantes.
3. "Hicimos lo que teníamos que hacer"
3.1 Es interesante meditar en el lugar paradójico del cristiano en medio del mundo. Su tesoro es único, su mensaje es maravilloso; nada puede compararse a la gracia que ha recibido y nada puede vencer a la fuerza que le ha salvado. Mas esa fuerza obra de modo paradójico. Nunca está disposición de nosotros, como sucede, o se quiere que suceda, en el ámbito de la magia. Cristo, en el evangelio de hoy, pone las cosas en su sitio: la gracia no está en tus manos, sino tú en sus manos.
3.2 Desde este punto de vista, trabajar para Dios no es otra cosa que dejar que Dios trabaje en nosotros. No porque no hagamos fuerza o esfuerzo, sino porque todo nuestro esfuerzo es una bendita oportunidad, una maravillosa bendición, que más debe ser agradecida a cuenta de Dios que contabilizada a cuenta de nosotros. Este lenguaje es el propio de los santos. Son las palabras que encontramos en un Santo Dominog o un San Vicente de Paul.
3.3 Ello puede explicar el término fuerte que utiliza el Señor, y que algunas traducciones disimulan. Nos manda que debemos decir: "somos siervos inútiles". La "inutilidad" no proviene de incapacidad sino de comprender que somos útiles exactamente en la medida en que miramos la gracia no como algo sino como alguien.
3.4 Es lo que sucede en la Eucaristía. ¿Nos debe algo Dios por alimentarnos? Al comer de su Cuerpo nos une a Él. Pues bien, vivir, en cristiano, es comulgar. Es ser comunión con Dios. ¿Debe Dios algo al trigo por volverlo Cuerpo suyo? ¿Qué diría el trigo, maravillosamente transformado en Cuerpo de Jesucristo? Diría que todo lo agradece y que de suyo... es inútil.
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CAPÍTULO 17
La gravedad del escándalo
Mateo 18, 6-10 / Marcos 9, 42-48
17:1 Después dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona!
17:2 Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
17:3 Por lo tanto, ¡tengan cuidado!
La corrección fraterna
Mateo 18, 15-18
Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Mateo 18, 15
17:4 Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: "Me arrepiento", perdónalo". Mateo 18, 22
El poder de la fe
17:5 Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".
17:6 Él respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", ella les obedecería. Mateo 17, 20 Mateo 21, 21 Marcos 11, 23 1 Corintios 13, 2
La parábola del servidor humilde
17:7 Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: "Ven pronto y siéntate a la mesa"?
17:8 ¿No le dirá más bien: "Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después"?
17:9 ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?
17:10 Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: "Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber"".
Curación de diez leprosos
17:11 Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea.
17:12 Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia
17:13 y empezaron a gritarle: "¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!"
17:14 Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Y en el camino quedaron purificados.
17:15 Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta
17:16 y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano.
17:17 Jesús le dijo entonces: "¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?
17:18 ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?"
17:19 Y agregó: "Levántate y vete, tu fe te ha salvado".
La venida del Reino de Dios
17:20 Los fariseos le preguntaron cuándo llegaría el Reino de Dios. Él les respondió: "El Reino de Dios no viene ostensiblemente,
17:21 y no se podrá decir: "Está aquí" o "Está allí". Porque el Reino de Dios está entre ustedes".
El Día del Hijo del hombre
17:22 Jesús dijo después a sus discípulos: "Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán.
17:23 Les dirán: "Está aquí" o "Está allí", pero no corran a buscarlo.
17:24 Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre Mateo 24, 27 cuando llegue su Día.
17:25 Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.
17:26 En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. Génesis 6, 8 Mateo 24, 37
17:27 La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, Génesis 7, 7-24 Mateo 24, 38-39 que los hizo morir a todos.
17:28 Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía.
17:29 Pero el día en que Lot salió de Sodoma, Génesis 19,25 Mateo 10, 15 Mateo 11, 23-24 Lucas 10, 12 2 Pedro 2, 6 Judas 7 cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos.
17:30 Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre.
17:31 En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Marcos 13, 16 Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Mateo 24, 18
17:32 Acuérdense de la mujer de Lot. Génesis 19, 26
17:33 El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará. Mateo 10, 39 Mateo 16, 25 Marcos 8, 35 Lucas 9, 24 Juan 12, 25
17:34 Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado;
17:35 de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada".
17:37 Entonces le preguntaron: "¿Dónde sucederá esto, Señor?" Jesús les respondió: "Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres". Mateo 24, 28
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Querido hermano: Habla de lo que es conforme a la sana doctrina.
Di a los ancianos que sean sobrios, serios y prudentes; que estén robustos en la fe, en el amor y en la paciencia.
A las ancianas, lo mismo: que sean decentes en el porte, que no sean chismosas ni se envicien con el vino, sino maestras en lo bueno, de modo que inspiren buenas ideas a las jóvenes, enseñándoles a amar a los maridos y a sus hijos, a ser moderadas y púdicas, a cuidar de la casa, a ser bondadosas y sumisas a los maridos, para que no se desacredite la palabra de Dios.
A los jóvenes, exhórtalos también a ser prudentes, presentándote en todo como un modelo de buena conducta. En la enseñanza sé íntegro y grave, con un hablar sensato e intachable, para que la parte contraria se abochorne, no pudiendo criticarnos en nada.
Porque ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.
Salmo 36
Confía en el Señor y haz el bien, / habita tu tierra y practica la lealtad; / sea el Señor tu delicia, / y él te dará lo que pide tu corazón. R.
El Señor vela por los días de los buenos, / y su herencia durará siempre. / El Señor asegura los pasos del hombre, / se complace en sus caminos. R.
Apártate del mal y haz el bien, / y siempre tendrás una casa; / pero los justos poseen la tierra, / la habitarán por siempre jamás. R.
Lucas 17, 7-10
En aquel tiempo dijo el Señor: "Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le diréis: "Prepárame la cena, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.""
COMENTARIO
1. La sana doctrina
1.1 Cuando el apóstol Pablo ve llegada la hora de entregar el relevo a la próxima generación, una de sus mayores preocupaciones es, sin duda, qué va a pasar con el mensaje. Toda su vida ha estado dedicada a transmitir una buena nueva, la gran noticia de la salvación por la fe en la gracia de Cristo; pero este mensaje está en peligro, porque, como escuchábamos en la lectura de ayer, hay enemigos de la cruz, que son también enemigos de la gracia. ¿Cómo defender el verdadero mensaje, es decir, la "sana doctrina" de esta amenaza?
1.2 Como buen estratega, Pablo descubre cuáles son los flancos en mayor riesgo y trata de adelantarse a los movimientos del adversario. Su experiencia, intensa y extensa, le ha llevado a definir zonas de riesgo en las que ya ha visto daño. Por eso, al dar unas recomendaciones sobre la conducta de los miembros de la comunidad cristiana, añade a modo de justificación: "para que no se hable mal de la palabra de Dios". Es una preocupación evidente y fuerte, pues más adelante también dice: "nuestros adversarios... no podrán decir nada malo de nosotros".
1.3 El gran peligro para el mensaje es una vida incoherente; así como la gran bendición para la vida es el mensaje en toda su pureza y su fuerza. Pablo intenta asegurar ambas cosas: que la doctrina sea "sana" y que la vida sea "irreprochable". Una predicación sana limpia la vida; una vida limpia conserva sana la predicación.
2. El cristiano en medio de un mundo adverso
2.1 Desde otro punto de vista hay algo profundo aquí: el cristiano debe saber que está en un mundo que le mira antes de oírle y le juzga antes de creerle.
2.2 El mundo no es conquista fácil, aunque tampoco es imposible. Ninguna insidia o malquerencia del mundo puede destruir un hecho maravilloso: "se ha manifestado la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres". El mundo se manifiesta como es, y el cristiano no tiene otro deber que ser lo que es. Lleva dentro de sí una gracia que se manifestará como salvación. No hay que temer, pero tampoco hay que fiarse del pasado: todos los días son importantes porque todas las almas son importantes.
3. "Hicimos lo que teníamos que hacer"
3.1 Es interesante meditar en el lugar paradójico del cristiano en medio del mundo. Su tesoro es único, su mensaje es maravilloso; nada puede compararse a la gracia que ha recibido y nada puede vencer a la fuerza que le ha salvado. Mas esa fuerza obra de modo paradójico. Nunca está disposición de nosotros, como sucede, o se quiere que suceda, en el ámbito de la magia. Cristo, en el evangelio de hoy, pone las cosas en su sitio: la gracia no está en tus manos, sino tú en sus manos.
3.2 Desde este punto de vista, trabajar para Dios no es otra cosa que dejar que Dios trabaje en nosotros. No porque no hagamos fuerza o esfuerzo, sino porque todo nuestro esfuerzo es una bendita oportunidad, una maravillosa bendición, que más debe ser agradecida a cuenta de Dios que contabilizada a cuenta de nosotros. Este lenguaje es el propio de los santos. Son las palabras que encontramos en un Santo Dominog o un San Vicente de Paul.
3.3 Ello puede explicar el término fuerte que utiliza el Señor, y que algunas traducciones disimulan. Nos manda que debemos decir: "somos siervos inútiles". La "inutilidad" no proviene de incapacidad sino de comprender que somos útiles exactamente en la medida en que miramos la gracia no como algo sino como alguien.
3.4 Es lo que sucede en la Eucaristía. ¿Nos debe algo Dios por alimentarnos? Al comer de su Cuerpo nos une a Él. Pues bien, vivir, en cristiano, es comulgar. Es ser comunión con Dios. ¿Debe Dios algo al trigo por volverlo Cuerpo suyo? ¿Qué diría el trigo, maravillosamente transformado en Cuerpo de Jesucristo? Diría que todo lo agradece y que de suyo... es inútil.
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CAPÍTULO 17
La gravedad del escándalo
Mateo 18, 6-10 / Marcos 9, 42-48
17:1 Después dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona!
17:2 Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
17:3 Por lo tanto, ¡tengan cuidado!
La corrección fraterna
Mateo 18, 15-18
Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Mateo 18, 15
17:4 Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: "Me arrepiento", perdónalo". Mateo 18, 22
El poder de la fe
17:5 Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".
17:6 Él respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", ella les obedecería. Mateo 17, 20 Mateo 21, 21 Marcos 11, 23 1 Corintios 13, 2
La parábola del servidor humilde
17:7 Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: "Ven pronto y siéntate a la mesa"?
17:8 ¿No le dirá más bien: "Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después"?
17:9 ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?
17:10 Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: "Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber"".
Curación de diez leprosos
17:11 Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea.
17:12 Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia
17:13 y empezaron a gritarle: "¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!"
17:14 Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Y en el camino quedaron purificados.
17:15 Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta
17:16 y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano.
17:17 Jesús le dijo entonces: "¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?
17:18 ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?"
17:19 Y agregó: "Levántate y vete, tu fe te ha salvado".
La venida del Reino de Dios
17:20 Los fariseos le preguntaron cuándo llegaría el Reino de Dios. Él les respondió: "El Reino de Dios no viene ostensiblemente,
17:21 y no se podrá decir: "Está aquí" o "Está allí". Porque el Reino de Dios está entre ustedes".
El Día del Hijo del hombre
17:22 Jesús dijo después a sus discípulos: "Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán.
17:23 Les dirán: "Está aquí" o "Está allí", pero no corran a buscarlo.
17:24 Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre Mateo 24, 27 cuando llegue su Día.
17:25 Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.
17:26 En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. Génesis 6, 8 Mateo 24, 37
17:27 La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, Génesis 7, 7-24 Mateo 24, 38-39 que los hizo morir a todos.
17:28 Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía.
17:29 Pero el día en que Lot salió de Sodoma, Génesis 19,25 Mateo 10, 15 Mateo 11, 23-24 Lucas 10, 12 2 Pedro 2, 6 Judas 7 cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos.
17:30 Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre.
17:31 En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Marcos 13, 16 Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Mateo 24, 18
17:32 Acuérdense de la mujer de Lot. Génesis 19, 26
17:33 El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará. Mateo 10, 39 Mateo 16, 25 Marcos 8, 35 Lucas 9, 24 Juan 12, 25
17:34 Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado;
17:35 de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada".
17:37 Entonces le preguntaron: "¿Dónde sucederá esto, Señor?" Jesús les respondió: "Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres". Mateo 24, 28
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